domingo, 4 de octubre de 2015

La singladura de Occidente 21

Composición fotográfica de Jono Dry
  La Singladura de Occidente
Capítulo 21
Un estado de conciencia
Nuestro mundo se nos muestra cada vez más desquiciado, los enfrentamientos constituyen el pan nuestro de cada día, las opiniones y los pensamientos, así como las creencias, se encuentran cada vez más radicalizadas, lo blanco pretende ser cada vez más blanco y lo negro cada vez más negro, sin que exista posibilidad, no digo ya de diálogo, sino de integración.
(...)

De vez en cuando surgen destellos de conciencia y nos parece que vemos las cosas como deben ser en realidad, pero se apagan enseguida, y es que esos destellos de conciencia ampliada, que nos deben sacar de esta vorágine que nos arrastra, aún no son permanentes, sino que fluctúan, es algo que ahora está y luego no está. Y para los que se encuentran presos de su ambición y son impulsados por la Voluntad de Poder, la Conciencia es algo que estorba. Ni si quiera son conscientes de que ellos hacen lo que hacen porque tienen el nivel de conciencia que tienen. Se encuentran presos de su propio estado y nivel de conciencia. Tampoco los que de vez en cuando tienen destellos de un estado de conciencia superior al que se encuentran, perciben que toda la humanidad se halla estratificada en diferentes estados de conciencia. Y, precisamente, porque no lo comprenden, ese es su y nuestro problema.
¿A que me refiero con un “estado de conciencia”?
Debe ser una remembranza profesional de mi largos años como profesor, cuando obligaba a mis alumnos a mirar en el diccionario el significado de una palabra antes de hablar o profundizar sobre ella. Así que para que todos sepamos de que estamos hablando al usar la palabra conciencia, hagamos el pequeño esfuerzo de recurrir al diccionario. La palabra conciencia es un sustantivo que procede de otro latino, “conscientia” , que literalmente significa “con conocimiento”. El D.R.A.E., nos da cinco acepciones de este sustantivo: “Propiedad del espíritu humano de reconocerse en sus atributos esenciales y en todas las modificaciones que en si mismo experimenta.” También significa: “conocimiento interior del bien y del mal.” Una tercera acepción se refiere a ella como “Conocimiento reflexivo de las cosas.” La conciencia es también una “Actividad mental a la que solo puede tener acceso el propio sujeto.” Y, por último: “Un acto psíquico por el que sujeto se percibe así mismo en el mundo.” Todo esto lo podríamos resumir diciendo que la conciencia es “El conocimiento que el ser humano posee sobre si mismo, sobre su existencia y sobre su relación con el mundo.” Lo que aquí nos interesa comprender es que este conocimiento de si, o esta conciencia, a lo largo de la Historia del Hombre no ha sido siempre la misma; incluso no ha sido la misma para cada ser humano, ni siquiera en nuestro presente.
Bernard de Mandeville
Veamos un ejemplo: volvamos a leer una cita que se encuentra en un articulo anterior. Era de Mandeville, uno de los padres del Liberalismo Económico, de su escrito “Teoría del provecho de la pobreza”, que dice así:
los pobres -decía-, es decir, la población obrera, no debe pasar hambre, pero no debe recibir tampoco nada que les permita ahorrar. Todas las naciones ricas, se hallan interesadas en que los pobres no se encuentren nunca sin trabajo, y también en que gasten continuamente lo que reciben. Los pobres deben verse obligados a trabajar, y si es prudente cubrir sus necesidades, sería necio garantizarles una posición segura.
Y concluía:
“…para que una sociedad viva feliz y los hombres contentos, en la mayor pobreza, (el subrayado es mío) hace falta que gran número de ellos sean tan ignorantes como pobres.
Estas terrible palabras han surgido de un “estado de conciencia” y constituyen un ejemplo de lo que caracteriza a ese estadio. Un porcentaje muy grande de la humanidad se encuentra aún en dicho estadio; otros están en estadios inferiores y la menor parte en estadios superiores, por lo que apenas pueden intervenir e intentar cambiar las cosas, pues carecen de poder y de medios para hacerlo.
Composición fotográfica de Jono Dry
La terrible tragedia que se oculta tras esas palabras hace que las hayamos olvidado y desterrado a lo profundo del inconsciente. Incluso los que defienden una economía surgida de estas ideas, nunca hacen referencia a ellas, bien porque ya no se acuerdan; bien porque son tan terribles que constituyen un crimen contra la humanidad; o bien porque tratan de disimular esa aberración con la intención de pasar desapercibidos ante un nivel de conciencia algo más elevado que es el que comienza a despertar en gran parte de los seres humanos. Además, Mandenville formuló una ética donde lo importante no es ser “caritativo”, sino aparentarlo.
 

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