La Fuente
Iluminada
(Continuación)
La Triple Fuente
de la Luz
Tres entradas de luz que se
reflejan. Tres niveles internos que se complementan y que refuerzan sus energías
en las acciones a desarrollar:
Nivel 1º: Superioridad espiritual, Padre Creador que
emite el primer movimiento. Nivel superior en el plano físico.
Nivel 2º: El Hijo, que dirige la energía hacia un
proceso mental, bajando su frecuencia y dirigiendo sus potencialidades. Idea
puesta en la forma. Sueño proyectado.
Nivel 3º: Espíritu Santo, que emite la energía al
exterior y que le da sonido creador a través de la forma física.
Todo es un diseño aparente de
una realidad superior que resulta inútil intentar comprender. Sirva este diseño
para lograr una cercana visión de la fuente triple de la luz y de sus energías
descendentes.
(...)
(...)
* * *
Y yo, el que os habla, os
bendigo y os cubro con mi mano. Yo soy aquél que mira en el desierto y sólo
alcanza a ver las flores que lo tapizan. El viento riza mis cabellos y mi
túnica se mueve por encima de las aguas en un aleteo de blanca intensidad. El
calor de mi mano abre los capullos y cubre de verde luminoso los campos de la
siembra, y en la espiga dorada encierro el sueño de su luz, a través de los
hilos que mi sueño ha tejido en ellos. El ayer y el mañana los encierro dentro
de mi ojo, luego miro hacia mí mismo y
contemplo la eternidad en el soplo de la brisa que, por un instante, me
recorre. Relámpago y trueno, lluvia y arco iris, se esconden en la sombra de mi
boca. Sólo mi palabra nombra lo que espera llegar a ser; el resto anida dentro
de un aparente sopor, que no es otra cosa que la vela cuidadosa de la madre que
contempla el sueño del hijo.
Todo se necesita
Tal como es arriba es abajo, y
los caminos son paralelos en todas las dimensiones. La gloria de lo infinito es
igual a la gloria de lo más pequeño, y en todo ello está la Voz y la Palabra. Nada escapa
de su propia evolución, nada queda atrás. Todo gira, sube, cambia y se
transmuta en el orden en que se concibió su idea, y todo llega, como en un
baile armonioso y rítmico, a alcanzar su propia nota en su propia dimensión.
Aquello que veis es como
aquello que no veis, pero que sin embargo está. Aquello que sube es como
aquello que baja, y sin embargo los dos a la vez conservan su equilibrio. Lo
más bueno es como lo más malo, todo es necesario, todo se justifica, todo se
necesita, todo es igual. La marea, las olas, la luz, la lluvia, todo se mueve,
gira y se transmuta, y pertenece a su propia naturaleza.
Mirar como es la Vida. Vivir en su
momento cada cosa sin buscarle explicación, que en ello mismo está la clave de
su propia divinidad y vosotros seréis divinos en la medida en que lo comprendáis.
Amar el momento, amar el segundo, hacer que el segundo sea una eternidad y
meter en él todo el Universo, para que se comprima y alcance su totalidad de
expresión en un AHORA infinito. Que los días pasen sin pensar, que fluyan por
vosotros, que la novedad os alcance sin dejar huella, que los acontecimientos
no os marquen, que la luna gire en su órbita y que vuestra órbita gire con
ella.
Aprender a ser vosotros en
medio de lo que no lo es, y que, sin embargo, es vosotros también. Vivir con la
luz y su reflejo, ser el reflejo de la luz, brillar hacia lo alto e iluminar el
camino para los que vienen detrás. Seguir con paso firme y tranquilo, no
corráis. La senda es larga, pero segura, y al final os espera quien os cubrirá
de flores y os abrazará para integraros a El.
No penséis más. Mirar y
aprender, amar y progresar, y no volváis la cabeza para atrás, que todo está al
lado vuestro.
Ser como una paloma de luz que
está a la espera de salir al viento de la noche, y que va a dejar su estela tras
de sí, como una señal que marque el camino para los que quieran seguirla.
Dejaros fluir
Escuchar el ritmo de lo que no
habla y vive a vuestro alrededor. La
Vida está expresada en mil manifestaciones que vuelan, se
arrastran y corren, cumpliendo cada una con el propósito para el cual fue
concebida su idea. El aire empuja sombras de luz y juega con ellas, envolviendo
en una capa de nubes transparentes todo lo que vuestros ojos ven. Todo es
belleza, todo es armonía, no hay nada que se salga de los límites de su propia
naturaleza. Todo canta su canción de vida con un grito silencioso que resuena
en la bóveda del cielo, y que abraza la verdadera creación que se extiende ante
vosotros.
Dejar que todo pase a vuestro
través, tomar parte en el silencio y en la belleza que os rodea, dejar que la
luz sea algo que arraigue dentro de vuestras entrañas, y convertiros en tierra
teniendo vuestras raíces absorbiendo la savia que brota del Padre, y que os
hace ser UNO con todo lo que ES.
Escuchar la voz del viento,
ella os hablará de lo que ninguna palabra humana es capaz de expresar. Ni aún
el hombre, con su poder de lenguaje, ha podido alcanzar el sonido perfecto de
lo que se expresa a sí mismo en el silencio.
Esto está dentro de vosotros
también, pues vuestro silencio os da las respuestas a todos los interrogantes
que se os plantean ,y vuestro mismo eco aún no expresado, contiene también las
respuestas que os dan el alcance de visión que se escapa al proceso lógico de
la mente.
Dejaros llevar por ese impulso
de vuestro ser interno donde todas las explicaciones quedan rechazadas, donde
todo es por si mismo, sin más razones, donde la misma palabra del silencio
resuena en vosotros sin voz, encerrando en ella el conocimiento del misterio
que sois.
La alegría os ha tomado por
morada, no la dejéis fuera. El amor se expresa por vosotros, no lo encerréis
ahogándolo por miedo a sacarlo hacia afuera. Darlo todo, aunque no siempre sea
comprendido, pues él ES en sí mismo a
pesar de que, a veces, parezca que está sobrando. Aprender a vivir con
sencillez, entender cómo hay más sabiduría encerrada en el brote de una pequeña
hoja naciendo del tallo, que en un voluminoso libro hecho por la mano del
hombre.
Aprender de ello, vivir como
viven los seres que son por sí mismos sin dependencias ajenas, pues todo os es
dado, todo viene a vosotros en un proceso seguro que os va a llevar a planos
superiores de conciencia.
Liberar vuestra mente de
interrogantes y abrazar la aceptación de vuestras propias vidas tal y como os
las están dando, pues en ellas se encierra vuestra realidad interior. Abrir los
ojos a lo que os rodea y entender el milagro que os envuelve, que el aire os
abrace y os penetre, que la luz os bañe con los rayos dorados de Aquél que os
los manda, porque EL vive dentro de vosotros y vuestro pecho es su morada.
Saber. Osar. Querer. Podéis
hacerlo. Podéis brillar con luz clara y penetrante. Podéis alzaros de la
aparente mediocridad de vuestras vidas, porque el misterio de lo eterno
permanece escondido en ellas y, al ser encontrado, todo puede ser cambiado y
volverse de una transparencia luminosa. Poner vuestro empeño en ello, de
vosotros depende el resultado de ésta operación mágica, pues en todo esto está
vuestro sentido y la verdad de vuestro ser.
El canto murmurado
Tener fe. Pensar que si lo
maravilloso empieza a alcanzaros no hay por qué tener tristeza ni dolor. Ahora,
en este tiempo, los vientos soplan a través de la flauta haciendo sonar sonidos
nuevos que os van a llenar de gozo. Los oídos que sepan oír podrán escuchar a
través de ella el sonido que hace girar las estrellas en un baile lleno de
cadencia, porque el mismo Padre baila de un extremo a otro de los Universos
envuelto en su danza de creación, contenida en su canto murmurado. Llenar
vuestro corazón con este canto, aprender a ser una pequeña nota que metida
dentro del gran acorde, suena dulce, pero firmemente, poniendo su punto de
equilibrio entre un compás y otro.
Abrazar con vuestra mente la
luz, porque luz sois, y por medio de ella vais a lograr todo aquello que
deseáis. Luz y amor son el fuego del alma, y el alma se consume y se trasciende
usando su poder con sabiduría. Y es en esa trascendencia donde tenéis que
saber que ni el amor debe de quedar al
final, pues sólo la certeza de un fin cumplido con armonía os dará la medida exacta de vuestro alcance
en la evolución. El amor debe de ser entregado también, todo debe de ser
desechado, hasta vuestra misma comprensión de los hechos. Sólo debéis de
alcanzar a SER, a SER, así, a solas, ser sólo mente, sin pensamiento, sin
límites, sin pertenencias, porque en ese SER vosotros mismos, seréis UNO con el
TODO.
El estanque repleto
Calma y silencio en el remanso
interior. Enriqueceros con el amor y daros a los otros en una entrega carente
de egoísmos y estrecheces. Alcanzar la profundidad del estanque repleto que
refleja la figura del que mira en la orilla, ser el reflejo del otro en la
inmensidad de vuestra agua infinita, y saber ofrecer el eterno misterio de la
dádiva divina puesta hecha carne en vuestros propios cuerpos.
Ya es tiempo de que las
banderas sean alzadas. Todos sois aquello que habéis decidido ser. Servir
entonces a la idea generada, y ser en su máxima pureza expresión de la Voluntad del Padre
ejecutada en la Tierra
para ayuda en el amor filial.
Abrir vuestras manos, están
llenas de presagios de gracia. Ofrecerlos a aquellos que lo necesiten, y dejar
que el amor del Padre fluya por ellas. Dar y recibiréis, amar y se os dará
amor, compartir el dolor de otros y esto aliviará la carga de vuestros
hermanos, pues la potencia de la acción reflejará vuestra dimensión interior.
Saber entender esto.
Os digo algo más:
7 espinas dentro de la rosa
convierten al hombre en luz creadora.
7 luces en torno al 3 hacen que
la voz sea hecha carne.
Y el 1 actúa de faro en las
conciencias de los que alcanzan la visión de este proceso mágico.
No esperéis más, actuar en este
nivel prioritario.
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