domingo, 22 de junio de 2014

La Fuente Iluminada 01

Durante muchos años, mi esposa Mari, ya fallecida, estuvo canalizando a seres de otras dimensiones, pero sobre todo a nuestros guías en el "otro lado" quienes nos proporcionaron una gran cantidad de información e instruciones para nuestro trabajo personal. De todo esa información ella hizo una selección y con ella montó un libro que tituló "La Fuente Iluminada"; libro que registró y envió a una editorial (hoy desaparecida) pero que no llegó a publicarse. Pasados ya tres años de su fallecimiento, retomo su trabajo a fin de dar cabida en este blog a dicho libro, aunque sea por partes. Como ella en su momento, considero que la información aquí contenida podría ayudar a aquellos que deseen trabajar internamente para su crecimiento interior y el desarrollo de su conciencia.
(...)

 La Fuente Iluminada


Texto canalizado y seleccionado por Mari Maestre.
Imágenes canalizadas por Mari Maestre


Agradecimiento
A todos mis amigos, mi familia de sangre
y mis hermanos del alma,
por el poder de la cadena de Luz que formaron
para ayudar a Carlos, mi hijo,
en sus momentos difíciles.
Ese Amor Uno
fue la fuente que generó su fuerza
para poder volar hacia la Luz
y entrar en el Amor.
Con todo mi corazón, gracias.

                                               Mari


A modo de presentación

Nunca pude imaginar la importancia que iba a tener en mi vida el asistir a aquel pequeño curso sobre técnicas en el trabajo espiritual. Entre todas las materias sobre las que nos hablaron, cuando tocaron el tema de la escritura automática, algo dentro de mi empezó a vibrar en un eco de antiguas resonancias que me llevó de inmediato a empezar a emplear esta técnica.
Casi no me hizo falta aplicarla porque, ante mi asombro, de forma natural se abrió en mí una conexión fluida y clara con los otros planos. A partir de ese momento, empecé a escribir largos mensajes que me han ido llegando en forma ininterrumpida desde el año 1978.
A través de ellos he aprendido a trabajar en mi proceso personal del despertar de la conciencia, y también han servido para poder ayudar a otras personas cuando alguien, abrumado por sus problemas, pedía ayuda a los hermanos de arriba. A lo largo de estos quince años he ido guardando estos mensajes en el silencio de mi interioridad hasta que, hace poco más de un año, se me dijo que debía de empezar a ordenarlos para una posible publicación. Ya tenía cuatro gruesos tomos llenos de comunicaciones, cuando se me dijo que seleccionara los más generales e impersonales para sacarlos a la luz. Había llegado el momento de que sirvieran de ayuda y de nuevas ideas de trabajo a todos aquellos hombres que están despertando, y a quienes, por diferentes fuentes, les está llegando esta información.
Espero saber explicaros de una forma sencilla esta experiencia mía. Siempre he vivido un poco en las nubes. A pesar de que mi vida personal ha sido lo más atípica que se pueda imaginar, llena de cambios constantes y de situaciones extrañas, algo dentro de mí ha permanecido inmutable.
Por encima del dolor y de las necesidades del vivir diario, dentro de mí siempre ha permanecido un remanso de paz interior, donde la luz y la armonía han configurado esa isla soñada en la que todos los hombres esperan encontrar refugio, paz y silencio.
En esa isla soñada, en esa fuente de agua viva, he aprendido a oír mi voz interna, a meditar y trabajar sobre las palabras que me iban llegando a través de mi mano. Palabras de luz con las que mis guías me han ido ayudando a lo largo del camino de la vida. Más tarde, no sólo mis guías fueron mi compañía, pues compartí retazos de tiempo con otros seres de diferentes planos: hermanos de luz, hermanos extraterrestres y hermanos espíritus de la naturaleza. Con ellos pude dialogar sobre los diversos temas que quiero compartir ahora con vosotros.
Los temas sobre los que hubo comunicación, os los voy a ir presentando tal y como llegaron. No todos son fáciles de leer ni de entender, pero ahí están para aquellos cuya comprensión alcance ese nivel y puedan ser su alimento. Así lo hago y así os los entrego, pues estas palabras nos pertenecen a todos los que, de una forma u otra, estamos tratando de trabajar dentro del Plan del Padre. Con todo mi amor, deseo que estas ideas que vamos a compartir os sirvan para encontrar vuestra fuente iluminada interna, ese manantial de energía que brota del centro superior de la cabeza, y que propicia la creación de esos hilos de oro con los que se inicia la conexión con los estados superiores de conciencia.
Que estos hilos de oro, que estas fibras de luz comiencen a encender en nosotros la iluminación de nuestra fuente, para que todos podamos alcanzar pronto ese lugar mágico en el cual seremos LUZ para siempre.
Mari Maestre
Desde otra isla, Tenerife, Mayo de 1993



Primera parte

El Canto del Pájaro escondido




Contacto con la Esencia
 Abrázame que estoy aquí para darte fuerza. Soy lo que no se puede ver ni tocar, soy la luz y la sombra, lo negro y lo blanco, el fuego y la nieve. Soy lo que nadie ha alcanzado a contemplar, el espejo empañado que encierra en sí todas las imágenes posibles que puedan tener expresión en la vida material.
Mira que mi profundidad abarca todo lo creado; de arriba a abajo corren mis rayos inundando aquello que palpita, porque la Vida soy yo. Me escondo dentro de ti, me muevo por dentro de todas las criaturas, y todas ellas forman mi verdadero ser. Abarca lo que tus ojos no pueden ver, todo eso soy yo. En los cielos está mi gloria, en las aguas mi poder, en el fuego mi esencia, en la tierra mi inmensidad. Así es todo lo creado por mi palabra.
Arriba está el lugar de tu destino. Arriba te espero yo para integrarte a mí. Hasta entonces aguardo tu llegada, y mi alegría te anuncia que, estés donde estés en cada momento de tu evolución, tu meta soy yo. Y allí estoy siempre para recibirte.
Yo camino por las superficies de las aguas besando el viento que las riza e iniciando el movimiento que las llena de vida. Bendigo los rayos de la luz que envuelve a las criaturas y dejo que la caricia de mi mano alcance el interior de cada semilla, de cada tallo, de cada tronco, de cada hoja, de cada fruto. Penetro y perfumo la profundidad de la cueva, alcanzo con mi mirada lo más extremo del cielo, y cada uno de mis brazos se extiende en un abrazo infinito  abarcando aquello que es ahora y todo lo que llegará a ser, según mi voz lo vaya nombrando. Sólo soy yo en pie, inmensamente proyectado. Sólo soy en mí, infinitamente activo. Sólo soy yo en la luz, eternamente reflejado.
La luz de mi conciencia es como un faro abierto a todos los mares del mundo. Cada hombre es un viajero que camina en lucha con las tinieblas de la noche, y es por eso que mi luz puede ser reflejada y entendida cuando el propósito del buen viaje prevalece sobre todas las otras cosas. Sólo el amor conserva esa luz encendida, sólo la buena voluntad en el camino, ocurra lo que ocurra, determina que se llegue a construir un destino.
Mi voz es fuego ardiente que transforma todo lo que toca. Pongo fuego en vuestros corazones porque allí se realiza el cambio de vuestra conciencia, cambio que es necesario realizar para que funcione a vuestro alrededor la siembra que he venido a plantar.
Sólo mi palabra es la puerta por donde se cruza a los campos iluminados de luz. Cruzar esa puerta con la seguridad de que yo estoy al otro lado con mis brazos extendidos en refugio de vuestro amor. Todo trabajo lleva a mí. Toda oración lleva a mí. Todo orden y armonía conducen a mí. Y yo estoy aquí para mostraros el camino, siendo a mi vez camino, puerta y luz.
La bandera del amor os cubre. Subir vuestros ojos hacia ese cielo profundo de vuestras mentes, y encontrarme allí, perdido como un pájaro blanco, escondido en el nido de vuestros corazones.


 

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