sábado, 8 de febrero de 2014

10 Viaje a Bolivia y Perú. (Agosto de 2.013).

Viaje a Bolivia y Perú
-Del 17 de Agosto al 1 de Septiembre-
 
(Una visión personal)

(Continuación)


Visita a “El Fuerte” de Samaipata (2)

Mientras contemplo la roca, el circuito emergente de mi memoria trae ante mí otros símbolo relacionado con Venus. El Laberinto. ¿Acaso esta roca no lo parece? La historia de los laberintos se remonta hasta la Prehistoria, y aunque el más conocido es el de Creta construido según la leyenda por Dédalo para encerrar al Minotauro, su origen sigue siendo un misterio. Hay quienes creen que los laberintos son herramientas para incrementar nuestras propias dimensiones internas. Yo estuve en Chartres y recorrí danzando, olvidando mi timidez, sus senderos. Caminas, giras, retrocedes y vuelves a girar. ¿Sabían que hay la misma distancia entre el rosetón que se encuentra encima de la puerta principal de la nave y el suelo que entre la puerta frontal y el laberinto de la nave? ¿Y que el rosetón y el laberinto tienen la misma superficie? Si pudiéramos acostar la fachada principal de Chartres hacia la nave, el rosetón se posaría milimétricamente sobre el laberinto. La cruz de la planta de Chartres es un símbolo del hombre, y el laberinto cae a la altura de los muslos del cuerpo de ese hombre.
(...)


El laberinto de Chartres es un juego de espejos, sus giros a la izquierda y luego a la derecha son el reflejo unos de otros donde la izquierda se convierte en la derecha.
Cuadrados mágicos de los distintos planetas.
Desde antiguo se conocen lo que ha venido en llamarse “Cuadrados Mágicos”. Una tradición esotérica vincula estos cuadrados con los planetas del Sistema Solar. El más pequeño, Saturno, tiene 9 casillas (3x3) y en cada casilla se distribuyen los números del 1 al 9, aparentemente al azar, con la salvedad de que los sumes por donde los sumes, incluidas diagonales, siempre da 15 en el caso del cuadrado mágico de Saturno. Son siete los planetas que tienen cuadrados mágicos. La suma de sus números en línea o columna siempre da: para la Luna 369; para Mercurio 260; para Venus 175; para el Sol 111; para Marte 65; para Júpiter 34; y para Saturno 15. Partiendo de estos cuadrados mágicos, los que tiene lado impar se pueden construir laberintos de 3,7,11 y 15 circuitos a los que se considera laberintos clásicos.
Laberinto clásico de siste circuitos.
El laberinto más corriente en los últimos dos mil años es el laberinto clásico de Siete Circuitos de un solo sendero.
Cuadrado mágico de Venus.
Se construye a partir del cuadrado mágico de Venus. Coloreamos las celdas pares y nos queda la siguiente imagen. Vemos que forma una cruz de brazos iguales (otro símbolo de Venus delimitada en sus lados externos por cuatro ángulos rectos en forma de “L” o escuadra y un punto central correspondiente.
Construcción de un laberinto de 7 circuitos en el cuadrado mágico de Venus.
     Como se ve en la figura, se comienza en la parte superior de la cruz y se asciende curvándose hacia la derecha hasta contactar con la parte superior del ángulo de la derecha. Luego se parte del vértice del ángulo de la izquierda y se prolonga la curva y se prolonga hasta conectar con el punto-centro del ángulo superior derecho… Así hasta completarlo como indica la figura.
Laberinto de los Tohono O´odham.
    El anterior símbolo procede de los Tohono O´odham (“la gente del desierto”), un pueblo del desierto del sur de los Estados Unidos, y que ellos significan como “el hombre en el laberinto”. U´ki´ut´l (el hombre) se encuentra a la entrada del laberinto (un laberinto de siete circuitos, por lo tanto un laberinto de Venus. Ha de adentrarse en él para recorrerlo a lo largo de sus giros a izquierda y derecha, serpenteando a lo largo del Camino de la Vida hasta llegar al centro donde encuentra a la Muerte, pero también a T´itoi, su creador, el Sol. Es una imagen del recorrido que ha de hacer el hombre a traves del cuerpo de la Dios, de Gaia, antes de poder llegar a reunirse de nuevo con su creador en el corazón del Sol. La planta de la catedral de Chartres es una cruz de brazos desiguales y representa el cuerpo del hombre, aunque dado que la catedral está dedicada, como todas las grandes catedrales góticas en Francia, a Nuestra Señora, Hathor, Isis, María, la reina del Cielo, Venus. Luego el recorrido del hombre, lo masculino, es un recorrido por lo femenino, es el laberinto del vientre donde se gesta el hombre resucitado, Osiris-Cristo. El hombre celeste.
Dado que, por desgracia, solemos ser bastante ignorante sobre nuestro pasado histórico y mítico, intentaré contar, brevemente, nuestro mito clásico del laberinto. Para nuestras preclaras mentes científicas el mito no es historia, es una fabulación. A pesar de ello, no pueden impedir que su visión se proyecte más allá de la mente racional. El mito nos habla de tiempos muy anteriores a lo que conocemos como Historia y por lo que deduce de lo que se ha ido descubriendo en él, es un mensaje cifrado o encriptado que el pasado le envía a nuestro presente. Su cifrado es complejo pues encierra claves astronómicas, psicológicas, espirituales, sociales…, aparte de que la historia que narra puede tener algún fundamento sobre algo cuya realidad se perdió hace mucho tiempo. Como el mito se ha trasmitido oralmente, nada narrador o Cuentacuentos, ha podido añadir o quitar algo de la historia, pero nunca se ha apartado de su esencia. Por ello Jung decía que todas las versiones de la Historia forman también parte de ella.
Arriba: Teseo, rey de Atenas (fragmento de ánfora. 540 a.d.C., Lund University Museum of Classical Antiquities). Abajo: Teseo y Etra (Teseo levanta la roca debajo de la cual está la espada y las sandalias de su padre), por Laurent de La Hyre, (1635-1640 Museo Magiar Szépmüveszati. Budapest).
 La historia del laberinto de Creta aparece en la historia de Teseo, el héroe mortal más famoso entre los griegos. Era hijo de Egeo, rey de Atenas y de Etra “El Cielo luminoso” (a su vez hija de Piteo, rey de Trecén). En Trecén, Teseo había crecido junto a su madre que no quiso acompañar a Egeo una vez que quedó embarazada de éste. Egeo había dejado su espada y sus sandalia debajo de una pesada roca encargando a Etra que cuando el muchacho fuera lo bastante grande para moverla, debería cogerlas y buscar a su padre en Atenas. Ese día llegó y Teseo partió para Atenas. Al llegar allí encontró a su padre casado con Medea de la que Egeo tenía otro hijo. Medea maquinaba para que su hijo fuera el heredero al trono de Atenas.

Teseo recibido por su padre y Medea. Cratera de figuras rojas. 410-400 a.d.C.
A su llegada a Atenas, Teseo no se presentó inmediatamente como hijo de Egeo, por lo que Medea que sospechaba de él le acusó ante Egeo de ser un asesino y que debía desembarazarse de él. Egeo aceptó y encargo que se deshiciese de Teseo envenenándolo. Egeo invitó al huésped, según las leyes de la hospitalidad, a sus aposentos a una cena. Medea había vertido veneno en una de las copas, la que Egeo ofrecería a su huésped. Pero cuando cogió la copa envenenada ofreciéndosela a su huésped, quien la tomo en su mano, Teseo cogió a su vez la espada que había sido de su padre y se la ofreció a Egeo. Al ver su espada Egeo supo quien era su huésped. De un golpe le arrebató la copa tirándola al suelo. Egeo quiere matar a Media, pero Teseo lo impide y diciéndole que solo la destierre de Atenas.
Pasifae y el Minotauro
 Cambiemos de escenario. Nos encontramos en Cnosos, capital de la isla de Creta. Aquí reina Minos quien había pedido a Poseidón una ofrenda con la que agasajar a los dioses. Poseidón, el Rey del Océano, le envió un hermoso toro blanco. Era tan espléndido que en vez de ofrecerlo a los dioses, decidió conservarlo como semental para sus propios rebaños. Poseidón, molesto con el desaire, le castigó haciendo que su esposa Pasifae se enamorara del toro y tuviera relaciones con él. De esta unión nació el Minotauro, mitad hombre y mitad toro. Dédalo construye para él un laberinto.
Antes de que naciera el Minotauro, Pasifae había dado a Minos cuatro hijos: Castreo fue asesinado por su propio hijo; Fredra se suicidó; Androgeo había sido enviado por Minos como embajador a Atenas antes de que apareciera por allí Teseo; Ariadna se convertirá en la protagonista de este relato.
Teseo, el Minotauro, Ariadna y su hilo salvador. Cratera pinturas rojas.
Regresemos a Atenas. Un buen día aparece por allí un emisario de Minos exigiendo que le enviase como tributo siete de los mejores jóvenes y mujeres para que, en algunas versiones participaran en los Juegos del Minotauro o, en otras danzaran ante el toro de Poseidón en la arena del Laberinto. Hasta ese momento, todos los danzantes, antes o después, habían terminado muertos. Teseo le pide a su padre que le envié a él como uno de los siete jóvenes. El padre se resiste, pero al final accede pidiéndole que si regresa vivo utilice velas blancas para anunciar su regreso. Según la versión más conocida, ayudado por Ariadna, Teseo, con la guía de un ovillo de lana que le ha entregado la joven, entra en el laberinto y logra matar al Minotauro pudiendo salir ileso.
Eros interviene y ambos jóvenes se enamoran. Incendiada y destruida Cnosos, ambos jóvenes huye en un barco para dirigirse a Atenas, pero antes hacen una escala en la isla de Délos, lugar donde había nacido la diosa Artemisa y Apolo, una isla sagrada para los griegos. Allí, en los altares de la Diosa se bailaba una danza conocida como la Danza de la Grulla. Teseo, que quiere proseguir su viaje, no puede impedir que Ariadna se quede en Délos, cautivada por los Misterios que allí se llevan a cabo. Pero cuando ya avistaba Atenas, Teseo se olvidó de cambiar las velas negras de la embarcación por las blancas que le había dicho su padre. Egeo, lleno de dolor, creyendo que su hijo ha muerto, se arroja al mar al que da su nombre y muere. Así, Teseo se convierte en rey de Atenas.
A vuela pluma esta es la historia, aunque cada elemento del relato, Teseo, Dédalo y su hijo Ícaro, el laberinto, el ovillo de lana, Ariadna…, constituyen relatos aparte; aunque ningulo está separado del tema central. También hay mitos complementarios de este, como el de Helena de Troya, Ulises y el caballo de madera, etc.

Moneda de plata de Cnosos con la representación d el laberinto (400 a.d.c)
A la vista del laberinto que se encuentra grabado en la moneda de plata de Cnosos, el laberinto cretense podía ser un laberinto de siete circuitos como el que hemos estado viendo anteriormente. Era aquí donde se bailaba la Danza de la Grulla, relacionada con Venus y que podría seguir los pasos de los movimiento de Venus, hacia atrás y hacia adelante, tal como vimos en artículo anterior.
¿Qué tiene de extraño esta danza?
Petroglifo original

Petroglifo: Laberinto y Danza de la Grulla. Val Camónica. Italia del norte.
En primer lugar, es una tradición que se remonta hasta la Prehistoria, como podemos apreciar en la grulla que aparece sobre el laberinto de los relieves prehistórico de Val Camónica. En las tradiciones antiguas, la grulla, como la cigüeña son las portadoras de la vida. Según Robert Graves (“Los mitos griegos”), esta danza fue el fundamente de lo que más tarde fueron los “Juegos de Troya” en la que también se llevaba a cabo esta danza y que establece una relación entre el Laberinto de Creta y Troya. En segundo lugar, el misterio que encierran las palabras, aunque pertenezcan al castellano.
¿A qué me refiero?
Verán, en vez de coger la palabra grulla, cojamos la palabra cigüeña que en nuestra tradición popular es la encargada de traer los niños al mundo. Y aunque esto que voy a explicar ya lo desarrolle en este blog en la Introducción de “Soledad y Libertad”, lo resumiré aquí para que entendamos la relación.
Tomemos tres palabras: cigüeña, cigüeñal y cigoto. Las tres tienen el mismo sintagma raíz “cig”, que es la que da significado a las tres palabra, las cuales, aparentemente, se refieren a tres realidades distintas: la cigüeña es un ave a la que se le atribuye que trae los niños al mundo. Cigüeñal es una pieza mecánica que sirve para convertir un movimiento lineal en otro circular. Aparentemente, el uso de la raíz “cig”, en estas dos palabras, parece ser puramente convencional. Veamos la tercera palabra, cigoto. Se llama así, en Biología, a la célula que resulta de la unión de un gameto masculino (espermatozoide) con un gameto femenino (óvulo), en la reproducción sexual. ¿Qué tiene que ver entonces, una cigüeña, con un cigüeñal y con el cigoto?
Al nivel de de la sincronía estructuralista, podría decirse que nada; a nivel de la diacronía, podría sospecharse que tal vez hubiera una conexión que se ha perdido con el paso y evolución del lenguaje. Pero, tanto sincronía como diacronía solo abarcan la realidad de un mundo plano, un mundo que solo cambia en lo horizontal, y dado que el lenguaje es un elemento esencial en el desarrollo de la conciencia, que evoluciona en lo vertical, y ésta se eleva sobre el plano añadiendo a lo humano una dimensión de crecimiento hacia lo alto y lo profundo... ¿Podríamos encontrar ahí, en lo que desde la antigüedad ha venido llamándose la Escala del Ser, la conexión que vincula a las tres palabras?
Si meditamos un poco en los significados de cada una de ellas, podríamos darnos cuenta que a las tres palabras las une otra palabra, ésta sí, relacionada con la dimensión vertical, con la conciencia y con la Gran Cadena del Ser. La palabra movimiento. La cig-üeña, al volar, genera dos movimientos, uno de arriba abajo, trazando dos grandes arcos con el batir las alas y, como consecuencia, un movimiento resultante de desplazamiento hacia adelante. El cig-üeñal, ya lo dijimos, es una pieza mecánica que transforma un movimiento circular en otro lineal o viceversa. Así pues, el movimiento de las cigüeñas y el cigüeñal entrarían dentro del mismo esquema de movimiento.
¿Qué pasa entonces con el cig-oto? ¿Dónde está el movimiento?
Pues en las partes constitutivas que le han dado lugar. Al fusionarse, dan origen a esa célula llamada cigoto. El óvulo, una célula esférica, en sí misma y en los elementos que la constituyen, posee un movimiento que podríamos decir que es circular; en él todo gira alrededor del núcleo del óvulo, todo se mueve a fin de encerrar en si mismo los elementos que constituyen su realidad. Por su parte, el espermatozoide, incluso por su propia estructura física, parece organizado para desplazarse linealmente, para impulsarse hacia delante, que es lo que realmente hace para ingresar al interior del óvulo. Así pues, aquí también un movimiento circular y otro lineal se aúnan en el cigoto para que algo nuevo, algo vivo, se desarrolle en la posición que le corresponda en la gran Cadena del Ser. Y aquí, en esta inconmensurable holarquía de seres y de conciencias que evolucionan a su largo, su ancho, su alto y su profundo, que ascienden y descienden, todo se mueve, hasta el cigüeñal, cuya idea básica ya estaba en la naturaleza, porque en esa Gran Cadena todo está vivo.
¿Cómo llegó ese significado, ese impulso de movimiento y vida al sintagma raíz “cig”?
Estoy seguro que cuando hayamos profundizado bastante en los procesos de la evolución de la conciencia lo sabremos. Mientras tanto, podríamos preguntarnos, si al igual que ocurre con las estructuras matemáticas y su isomorfismo con las estructuras mentales, ¿no existirá también un isomorfismo entre lo que significan las cosas teniendo en cuenta una escala vertical del Ser y las palabras que usamos para designar esas cosas?
El laberinto de Creta tenía 7 senderos y una cámara central (8), también hay 7 notas en la escala musical que supuestamente heredamos de los griegos. Simplificando, utilicemos la clave de DO y convirtamos los siete primero números en notas: 1=media DO; 2=RE; 3=MI; 4=FA; 5=SOL; 6=LA; 7=SI. 8 sería DO sobre media DO en una octava más alta. Desde el primer DO (alpha) hasta el segundo en una escala más alta (Omega) solo hay el recorrido de un laberinto. Lo que resulta más interesante es que este orden y movimiento de los senderos nos da las pautas de una melodía que sigue ese ritmo. Llevada al pentagrama tenemos:
Música del Laberinto.


Podemos decir, si queremos metafóricamente, que los planetas realizan en sus giros hacia delante y retrógrados una movimiento de danza. ¿Por qué el laberinto más frecuente construido en los últimos tres milenios es el laberinto de Venus o de siete senderos? Existen numerosas teoría pero no voy a entrar aquí en ellas. Lo que es evidente en todos ellos es que existe un flujo cuya pauta es el movimiento de Venus que ya vilos en el artículo anterior. A fin de comparar que esto es solo fantasía o coincidencia, veamos la pauta de otro planeta a través de su cuadrado mágico.
Movimiento de Mercurio en relación al Sol en 1961.
Cojamos Mercurio y su cuadrado mágico y hagamos con el lo mismo que hicimos con el cuadrado mágico de Venus, para descubrir cueles son sus flujos. El último dibujo nos muestra la danza real que Mercurio realiza alrededor del Sol.
Laberinto de tres circuitos en nazca (Perú).
 En Nazca (Perú) existe un laberinto clásico de tres circuitos (imagen anterior). Da la impresión que la línea marca el sendero más que las paredes. También hay una línea de fuga que sale directamente del centro y que tiene unos 4 kilómetros. Siempre según los expertos (en este caso sus descubridores, arqueólogos de la Universidad de Bristol) señalan que fue construido hace 1000 o 2000 años (¡vaya margen de seguridad!). Todo lo que hay allí es atribuido a la llamada Cultura Nazca que se desarrolló en los valles del actual Departamento de Ica (Perú) alrededor del siglo I d.d.C. hasta el siglo VII.
La araña de Nazca (Perú).
 También encontramos, entre las figuras de animales, la araña y el mono. La araña es como si fuera un laberinto que marca el sendero. La línea que forma la araña tiene 41 metros de longitud y la entrada se encuentra en la penúltima para de la derecha. Se recorre de la misma forma que el laberinto clásico y se sale por la misma pata. Esta araña ha sido identificada con una que vive al otro lado de los Andes, en la selva amazónica. La hembra de esta araña lleva los huevo sobre una pata, precisamente, como se averiguó al mirarla al microscopio, la pata por la que se entra y sale de su recorrido. Para los indígenas americanos, la “Abuela Araña” es un símbolo de fertilidad y reproducción, como lo es Afrodita-Venus.
El Mono de Nazca tal como suele aparecer normalmente en publicaciones.
Circuito casi completo del Mono de Nazca (Perú).
El mono ocupa una extensión de 72 metros le longitud. También parece un laberinto del que solo se ha marcado el sendero. Se entra y se sale por la parte inferior de comienzo de su cola. El problema es que en la mayoría de las imágenes no se visualiza el recorrido completo, dando la impresión (imagen de la derecha) que parte del regreso se ha borrado. La dirección de entrada puede ser hacia la espiral que forma su cola. Este tipo de mono no es originario de éste lugar, sino de la montañas del noroeste del Perú.
La aguja y la hebra. Nazca (Perú).
Tal vez la figura laberíntica más importante es la que se encuentra en Cantalloc, al sur de la ciudad de nazca. María Reiche la llamó “La aguja y la hebra”. En la punta de esta aguja que tiene casi un kilómetro de longitud, un sendero zigzaguea su recorrido 13 veces a lo largo de la aguja. Existen en el lugar tres agujas y hebras más situadas sobre mesetas alargadas y estrechas. El interior de algunas de estas intersecciones suele estar marcado por pequeñas estacas de piedra. Aproximadamente a la altura del ojo de la aguja, el sendero zigzagueante se convierte en una espiral con apenas unas 5 o 6 vueltas asemejándose a las de la cola del mono.
La Constelación Aurora Borealis.
La araña (precisamente la misma que la figura de Nazca) representa a una constelación, pues Ariadne, deificada, encontró su lugar en los cielos como “Corona Borealis” y no es casualidad que los nativos americanos llamen a este grupo de estrellas “la araña que hila su propio laberinto”.
Constelación del Mono.
Constelación del Mono en la Constelación de Leo.
También el mono es una constelación. La forman solo 8 estrellas de lo que para nosotros es la Constelación de Leo. La eclíptica pasa por Alfa Leo; Regulus  se sitúa en el cuello del mono; Gamma Leo o Algieba forma la rodilla del Mono.


Esta noche, 20 de Julio y hasta el 22 (Julio 2.013) se producirá una conjunción Venus-Regulus, tal como se aprecia en las imágenes anteriores. Regulus es la estrella más luminosa de la constelación de Leo y fue bautizada así por Copérnico, “Reyezuelo”, aunque Plinio la había llamado “Estrella Real”. Para los babilonios era simplemente “El Rey”. En realidad fueron los griegos los que dieron nombre a toda la constelación a la que nombraron Leo, asemejándola al León de nemeo, el que mató Hércules en su primer Trabajo. Todos los Trabajos de Hércules tiene correspondencias astronómicas. Como es solo un 1% más brillante que Venus, no es fácil ver al crepúsculos cuando Venus sigue al Sol poniéndose. Sin embargo en las imágenes anteriores es posible ver a Régulos solo un par de grados a la izquierda de Venus, que en los días siguientes terminará por rebasarlo. En unos pocos días Regulus desaparecerá a medida que, desde nuestra visión, se acerca al Sol, mientras que Venus se irá alejando del Sol.
Venus y Régulus en la Constelación de Leo.
Constelación de Leo.
Venus y Régulus en el horizonte del atardecer.
Algunos dicen que Venus y Regulus es una versión celeste de la Bella y la Bestia; Venus sería la bella y Regulus, el malvado corazón del León de Nemea.
Sobre Venus (abajo en el centro) una nube negra.
En el centro la amarillenta estretta Alfa de la Constelación de escorpio.
Venus
En el luminoso paisaje que señala el abultamiento central de la Vía Láctea, se refleja Venus como si se apoyara en una columna de Luz (imagen superior). Sobre ella, varias conglomeraciones de polvo oscuro dan la sensación de precipitarse desde lo alto, ocultando el centro galáctico, aunque parecen dirigirse hacia Antares en cuyo centro se observa la amarillenta estrella Alfa de la constelación de Escorpio (imagen derecha superior). Sin embargo, el faro celeste que aparece en el centro de la fotografía no es una estrella, sino nuestro planeta Venus que señorea el cielo occidental una vez que el Sol ha entrado en el Inframundo (imagen inferior. Foto tomada en los Andes).
Batz, el mono, es uno de los ciclos de 20 días del calendario maya.
En el zodiaco maya, Batz (el Mono) es el ciclo (o mes) de 20 días comprendido entre el 10 de Enero y el 6 de Febrero. El Popol Vuh nos cuenta como Humbatz se convirtió en mono y perdió la memoria.
Satunsat de Oxkintox (Guatemala).
También los mayas construyeron laberintos parcialmente excavados en la roca y debajo de estructuras pétreas, como el Satunsat de Oxkintok, excavado por Miguel Rivera Dorado con el que compartí una agradable velada, hace algunos años en el Café Gijón de Madrid. En su libro “La religión maya” (Alianza Universidad. Historia), precisa un dato importante: los mayas no adoraban a los cuerpos celestes, ni siquiera a los elementos de la naturaleza, por si mismos.
<<los mayas -dice- aprovechan la presencia de los astros en el cielo para abordar ambiciosas empresas mentales donde se entremezclan los modelos de la conducta social con explicaciones sobre los grandes secretos de la vida y la muerte; por eso los mitos respectivos están llenos de símbolos que parecen irrelevantes, serpientes, caracoles, águilas,… […] que se mueven y se transforman, brillan, renacen y sueñan, dictaminan, están ligados a los hombres o a las mujeres, y a veces son sabios o fecundos>>
Xux Ek. Venus como Estrella Avispa.
Venus como Noh Ek. Estrella Grande.
Los mayas de la península de Yucatán se refieren a Venus con varios nombres, lo llaman: Xux Ek (“estrella avispa”), Noh Ek (“estrella grande”), Chak Noh Ek (“gran estrella roja”), Noh Ich (“gran ojo”), y Ahsah Kab (“el lucero de la mañana que hace amanecer o despierta a la tierra”). Los mayas consideraban a Venus como un planeta muy peligroso, por ello lo vigilaban constantemente; sobre todo en los cinco primeros días de su aparición al amanecer, pues según sus registros, solía aparecer acompañado de catástrofes. De todos estos nombres, el de “avispa”, mencionado en el Chilam Balam, era el más terrible, pues al igual que la avispa atacaba inesperadamente produciendo daño y dolor.
Página 46 del Códice de Dresden (original).
Restauración de la página 46.
Página 47 del Códice de dresden (original).
Restauración de la página 47.
En las páginas 46 a 50 del Códice de Dresde, se desarrollan cinco ciclos consecutivos de Venus, cada uno de 584 días terrestres, que corresponden al periodo de 8 años de 365 días (8x365=5x584=2.929), a los que acompañan imágenes de las divinidades que intervienen y de los efectos que producen las salidas heliacas del planeta.
Dios L en el Códice de Dresden (a la izquierda).
Dios L. Restauración de la imagen anterior.
Dios L en el Códice de Madrid. Siempre fumando un puro y pintado de negro.
En las cinco páginas del Códice aparecen tres tipos de figuras: / Cinco dioses celestes sentados en tronos formados por signos planetarios. / Cinco dioses a través de los cuales se manifiesta la fuerza negativa de Venus en el orto heliaco  después de la conjunción inferior; /y cinco dioses que simbolizan las consecuencias de los proyectilesos luminosos de Venus, recibiendo los dardos lanzados por los personajes del grupo anterior (Rivera Dorado. O.C. página 89). Según Rivera Dorado hay que tener en cuenta un hecho: la presencia en el códice de divinidades que no son mayas, él cree que se debe a la influencia de pueblos mexicas o aztecas (mexicanos) llegados a la costa de Tabasco y Campeche. Señala que los aciagos pronósticos de los periodos de salida de Venus por el Este coinciden con las tradiciones de los pueblos nahuas, tal como se comprueba en los “Anales de Cuauhtitlan" sobre Quezalcóalt, Señor del Lucero del Alba. Pienso que ello no cambia el significado de Venus para los pueblos mesoamericanos como uno de los dioses de Xibalba, el Inframundo maya.
Dios L en lápida de entrada del templo de la Cruz (Palenque)
Dibujo del dios L de la imagen anterior.
Imagen de Venus en Teotihuacan.
Paul Schllhas (citado por M. Rivera) ha clasificado los dioses del códice llamando a Venus el dios L. Otros investigador lo llama Tox, deidad del trueno, en referencia a los mortíferos dardos o rayos que, como Zeus, arrojaba el dios. / En algunos monumentos de Palenque y en cerámicas funerarias aparece el dios L fumando un grueso cigarro. El humo del tabaco se relaciona “…con las negras nubes de lluvia y con la fertilidad,” (M.Rivera). / Lleva el cuerpo pintado de negro, menos la mandíbula inferior que es blanca. El negro es el color del Oeste, la entrada al inframundo y también el color de la guerra, las tinieblas y la muerte. De todas maneras se produce aquí un juego de palabras, “Ex” significa tanto “estrella” como “negro”,con que cual se asocia a Venus (cuyo símbolo es la estrella de cinco puntas) con la oscuridad y la muerte.
Página 47 Códice de Dresden. Tercio superior.
Los augurios de Venus
Página 47 Códice Dresden. Tercio medio
Venus ataca a sus víctimas.
Página 47 Códice Dresden. Tercio inferior
Víctima atravesada por una lanza de Venus
 / En los códices Venus es representado a veces como guerrero armado de escudo, venablos y lanza dardos. Dice Miguel Rivera que ello está relacionado “…por la analogía entre las tormentas que arrasan los campos y los resultados de la acción bélica”. Como muestran las imágenes anteriores de la página 47 del Códice de Dresde, vemos a Venus en tres momentos: en la primera en relación con su ciclo, estableciendo un “augurio”; en la segunda amenaza a una víctima un una lanza; y en la tercera, esa víctima es atravesada por el venablo. En Mesoamérica, el venado está asociado al Sol y al fuego, pero simbolizando la sequía. ¿Está augurando Venus la llegada de un tiempo de sequía?
Vaso maya de los 7 Dioses (desarrollo).
El Dios L en el Vaso maya de La Criación o de los 7 Dioses.
Son incontables la diversidad de caras, nombres y funciones que caracterizan al Lucero del Amanecer, como si se hubiera querido con ello expresar los rasgos (movimientos) cambiantes del planeta Venus. El nombre calendárico de Venus (día de su nacimiento) era Hun Ahau (día 1 Ahau), “Señor del trono”. El Diccionario de Motul lo denomina Cumhau, definiéndolo como “Lucifer, príncipe de los demonios”; y el ritual de los Bacabs menciona su aspecto femenino. Venus y el Sol son dos de los tres dioses principales de la llamada “Triada de Palenque” y ambos son emanaciones de Itzamná, por ello Venus o el Dios L es el dios-a del cielo nocturno como versión oscura del Creador. En la lápida del Templo de la Cruz de Palenque le vemos con su capa de piel de jaguar y con su tocado que lleva el glifo del cielo junto a un numeral que a veces es un 12 y otras un 9, y que forma parte de su nombre en el vaso de los Siete Dioses o Vaso de la Creación (imagen anterior).
No importa cual fuese el nombre antiguo de Venus para los mayas clásicos, pero lo que es indiscutible es que se trata de una sola figura (el planeta Venos) con diversos avatares (las distintas fases), regente del Xibalba (como Osiris), Señor del trueno y la tempestad (como Zeus o Quetzalcóatl), incluso patrono de la guerra y de la caza como Atenea y Diana. En el Vaso anterior, se le nombra con un glifo que se traduce como Cielo.
Las Pléyades. Glifos del Sol, Luna, estrella y Venus. El Caracol, vista general.
Recosntrucción de la torre circulas y plataforma superior.
Reconstrucción de toda la estructura. En Chichen Itzá.
No solo los mayas del clásico, también los mayas del postclásico tenían un gran preocupación por el planeta, hasta tal punto que en Chichén Itzá levantaron todo un observatorio astronómico para su observación, me refiero a esa estructura que los arqueólogos han denominado El Caracol. Al parecer su diseño esta influenciado por el movimiento de Venus en el cielo.
En las imágenes que anteceden a este párrafo están los planos de las principales alineaciones astronómicas que contiene la estructura de El Caracol de Chichén Itzá. El plano general de toda la estructura corresponde, en la reconstrucción, a una torre circular con un basamento que se levanta sobre una plataforma casi cuadrada, coronada por un “observatorio” del que en la actualidad solo queda una parte con tres “ventanas” para la observación (ver plano). A1, la línea perpendicular a la base de la estructura apunta hacia las puertas de Venus en su máxima declinación norte (igual que la de uno de los alineamientos tomados en las ventanas); A7, la línea perpendicular a la base de la plataforma superior apunta hacia la puesta del Sol en sus pasos por el cenit; A2, la diagonal entre las esquinas noreste-suroeste tiene la dirección hacia la salida del Sol en el solsticio de verano (ME) y la puesta del Sol en el solsticio de invierno (SO), respectivamente; A4 y A5, son líneas que se prolongan a las estrellas Canopus y Castor.
En el plano del estilóbato y la plataforma, se muestra la orientación sesgada hacia Venus. Y en el plano de las tres ventanas de la Torre (El Caracol) que aún subsisten tenemos: a) ID-EI (jamba interior derecha a jamba exterior izquierda): puesta del Sol en los Equinoccios; b)1 II-ED: norte máximo de Venus; c)2 II-ED: sur máximo de Venus; d)3ID-EI: aproximación al sur astronómico o sur magnético; e) 3 II-ED: ocaso de Achernar (Diagramas de H. Hartunh en Antony E Aveni, “Observadores  del cielo en el México Antiguo”. 1997. pp. 294-297).
Nicho entre los escalones con estilóbato.
Orientaciones artronómicas del nicho y las columnas.
Sobre la plataforma inferior, encajado en la escalinata que da acceso a la plataforma superior hay un nicho que contiene un par de columnas; es llamado estilóbato. Pues bien, ese nicho se alinea asimétricamente respecto a la plataforma superior, apuntando, una vez más al extremo norte de Venus. Las columnas conservan puntos de pintura negra y roja. Dado que el negro y el rojo son dos de los colores que marcan las direcciones para los mayas este y oeste, se cree que el estilóbato pintado haya servido de monumento a Venus en el este como Estrella de la Mañana y en el oeste como Lucero del Atardecer. Chac ek, el nombre corriente que los mayas daban al Lucero del Atardecer, significa “estrella roja” o “gran estrella”.
Anthony Aveni (astrónomo y antropólogo americano?, se pregunta que llevó a los mayas a interesarse tanto por Venus, interés que se encuentra bien documentado en los códices, y en otro muchos registros. ¿Sólo por que era el objeto más brillante en el cielo? No se debe olvidar que Venus es el dios Quetzalcóatl, por lo tanto su simbolismo lo relaciona, no solamente con El Caracol, sino con la pirámide El Castillo dedicada a Kukulkán (Quetzalcóat en lengua maya), que en sus escalinatas de los cuatro lados constituyen un calendario de los 356 días del año solar.
Plataforma de Venus
Glifo de Venus
Glifo de Venus
En la llamada Plataforma de Venus de Chichén Itzá, se encuentra una estela con el glifo del planeta, con un gran ojo en el centro junto a una banda que representa el numeral 5; al lado, un atado de cañas (una gavilla de tiempo)con ocho cuentas indicando los ocho años de su ciclo. La plataforma es un cuadrado de 25 metros de lado, a cuya cumbre se accede por las escalinatas de sus cuatro caras. Se encuentra situada entre el Castillo y el Caracol (equidistante unos cien metros de cada uno), frente a la tumba del Gran Sacerdote. La estructura la forma un talud y una sección vertical con paneles salientes y espacio hundidos intercalados (al estilo de los triglifos y metopas de los templos griegos). Una cornisa remata el conjunto. Sobre los paneles salientes se encuentran los bajorrelieves que muestran a Venus, representada como una media flor de seis pétalos con aspas en los pétalos, rodeados por la figura de estera trenzada, o “pop” en maya”, que simboliza el poder.


En la Plataforma de Venus también se encuentra presente Kukulkán emergiendo de las fauces de una serpiente emplumada con garras de jaguar. Los bajorrelieves aún conservan restos de pintura roja, azul y amarilla que ornamentaban los contornos de la “estrella-avispa”. La cabeza de la Serpiente Emplumada (Venus) remata las balaustradas de las escalinatas en los tableros de la cornisa; su movimiento es ondulado.
El interés de los pueblos mesoamericanos por Venus llega hasta los Aztecas que recogen el saber de los pueblos anteriores, al igual que hicieron los Incas en los Ándes. (Lo veremos cuando lleguemos a Tiahuanaco). Algún día habrá que analizar el profundo paralelismo que hay entre estos dos pueblos y su Historia, porque en muchos aspectos parecen calcados unos de otros. Pero ahora no es el momento. Los Aztecas llamaban a Venus Huey Citlalli, la “gran estrella”, y en su aspecto de Lucero del Alba era representada por el dios Quetzalcóatl.
En todas las culturas antiguas, tanto del viejo como del nuevo mundo, el planeta Venus presenta dos aspectos: uno fecundador y otro destructor. Son los dos aspectos de Afrodita (Venus), una regresivo y otro evolutivo (véase el mito de Eros y psique en este blog). En Mesopotamia era conocida como Inanna (Nindaranna en Babilonia); aunque los antiguos sumerios la llamaron “Dil-bar” o “Dil-i.pat”. En Akkad era la diosa Ishtar; para los egipcios fue Isis y los cristianos María; en los mitos yoruba aparece como Oshum; Rembha para los hindúes y Milda para los lituanos; los pueblos nórdicos la llamaban Frigg y Freyja y los fenicios Astarté; Reitia para los venetos…
Posible respiradero de lo que pueda haber en el interior de la roca.
A la vista de todo esto, tenemos, pues, una serie de elementos tales como planetas-dioses, animales-estrellas, que a su vez son laberintos; laberintos construidos a través de cuadrados mágicos, que a la vez son planetas; danzas en los laberintos, que a su vez reproducen el movimiento de esos planetas en los cielos a lo largo de sus ciclos… Todo ello lo encontramos en El Fuerte de Samaipata. Incluso la posibilidad, como en Oskintok, que en su interior pueda haberse escavado un laberinto, ya que por su significado el laberinto siempre está en el interior del cuerpo de la Diosa. También en Perú encontraremos estructuras semejantes a la de El Fuerte de Samaipata.

Para saber lo que en verdad es esta estructura, los investigadores y arqueólogos habrían de despojarse de un montón de prejuicios y de toda la suficiencia e importancia con la que se cubren cuando quieres interpretar las cosas recubriendo sus interpretaciones con la pátina de una supuesta Verdad llamada Ciencia; necesitan abrir sus mentes e ir más allá de la reduccionista visión de su exclusiva especialidad considerada como suficiente para barrer de un plumazo cualquier otra opinión. Colaborar y considerar las visiones de otros investigadores, por muy fantasiosas que les puedan parecer a ellos, pero sobre las que aportan elementos suficientes para poder establecer una hipótesis nueva de investigación. Con menos elementos, que los que aquí se han aportado para contemplar la posibilidad de buscar otras interpretaciones sobre la relación que pueda existir entre Venus y el Fuerte de Samaipata, se hay creado grandes teorías científicas (por ejemplo la de Darwin), que hoy se presentan como verdades absolutas. De hecho, en el caso que nos ocupa, el problema se centra en un hecho. Para los que detentan la Verdad de la Antropología, la Arqueología, y toda la Historia Antigua o Moderna, no existe del difusionismo. Nos hay contactos entre las distintas culturas, ya que, según aducen, en aquellas épocas no conocían los sistemas de navegación necesarios para atravesar grandes distancia; y, por lo mismo, cada cultura queda más o menos encerrada en su nicho geográfico y si aparece algún elemento discordante que pueda hechar por tierra dicha “verdad”, se le deja de lado por ser minoritario, o por no poder relacionarlo con otras culturas del área. Esto se agrava con el hecho de los actuales estados nacionales. En lo que el pasado fue una sola gran geografía culturas, los Andes, lo que se descubre en Perú, o Ecuador, por ejemplo, no se considera con lo que se descubre en Bolivia.  Del norte al sur del continente americano existen infinidad de motivos recurrentes, motivos, como el de Venus, como el de los laberintos, como en de construcciones como las de El Fuerte,  como el de las orientaciones astronómicas de estructuras, templos, edificios y accidentes geográficos, que serían motivo de replantearse la cuestión a la vista de incontable número de coincidencias.

(Continua)

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