lunes, 22 de julio de 2013

La Naturaleza de lo Esotérico




<PUBLICADO EN LA GACETA DE CANARIAS EL 02/02/1992>
<PÁGINA>: LA OTRA PALABRA
<TITULO>: La Naturaleza de lo Esotérico.
<AUTOR> :Alfiar
<ILUSTRACION>: La cualidad interna de cada cosa, de cada ser, es "Lo esotérico".
<CUERPO DEL TEXTO>:   

   Hace ya bastantes años, un hermano de andadura por estos caminos del tiempo y del espacio llamado Diosdado, y que ahora experimenta con la Luz y la Energía, me propuso escribir una especie de Abecedario de lo "esotérico" que fuera asequible a todos. En aquel momento me pareció una tarea sumamente difícil y compleja, y dejé pasar el proyecto. Hoy, aunque me sigue pareciendo igual de difícil y compleja, puedo ver el proyecto con ojos nuevos. Pienso que puede ser interesante un acercamiento a este tema tan controvertido y sobre el que se derrama tanta ignorancia. Así que comenzaré por intentar explicar en qué consiste la naturaleza del término "esotérico" sobre el que tiene una gran confusión la mayoría de las gentes.
(...)

   ¿Dónde reside la complejidad? ¿Por qué es tan difícil explicar en forma sencilla y clara cual es la naturaleza de lo esotérico?
   El Diccionario nos dice que la palabra esotérico proviene del griego y que significa interior, siendo un adjetivo que hace referencia a lo secreto y oculto, a lo que aparentemente no está a la vista.
   Mientras un sustantivo es la palabra que da nombre a la realidad objetiva o subjetiva, el adjetivo expresa la cualidad que se aplica a ese sustantivo. Así blanca (adjetivo) es una cualidad de nieve (sustantivo). De la misma manera, esotérico (adjetivo) es la cualidad oculta o secreta, interior, de algo (sustantivo), por oposición a exotérico que es una cualidad exterior.
   Dice también el Diccionario, refiriéndose a esotérico que es "el conjunto de conocimientos que sólo se comunica, a los ya iniciados en una determinada doctrina". Aquí parece existir una contradicción, porque "un conjunto de conocimientos…" suena a algo concreto, externo, a algo sustantivo. Pero la contradicción no es tal, porque la Lingüística nos dice que la realidad (significado) de las palabras en sí mismas, se modifica si la palabra cambia su función en la expresión, es decir, si lo sustantivo se introduce como cualidad de otro sustantivo, convirtiéndose así, funcionalmente, en un adjetivo.
   Así, pues, ese conocimiento interior que sólo se comunica a los iniciados no es algo que venga de fuera, sino que es una cualidad interna de ALGO, de igual manera que blanco es cualidad intrínseca de nieve. En realidad, cualquier algo oculta una cualidad en su interior, esotérica.
   ¿Qué realidad es esa que tiene como cualidad un conocimiento interior y que por ello es oculto y secreto?
   Permítanme contarles un cuento, un cuento chino:
   Vivía en la Antigua China un Emperador que se pasaba el tiempo observando a sus súbditos por las ventanas del Palacio. Mientras más los observaba, menos comprendía lo que veía, y su corazón y su mente estaban llenos de preguntas que nadie podía responderle. Una tarde, mientras paseaba por su jardín, se acordó de un Anciano Sabio que conoció en su juventud, y pensó que le gustaría tenerlo allí para hacerle todas sus preguntas. Y como se trata de un cuento, tal como lo pensó, ocurrió. El Anciano Sabio apareció ante él y el Emperador comenzó a interrogarlo inmediatamente.
   - Dime, ¡oh Hombre Sabio!, ¿por qué unos han nacido armoniosos y otros deformes? ¿Por qué algunos son sabios y otros ignorantes? ¿Por qué unos son comerciantes y otros artistas?... -las preguntas se derramaban en cascada por la boca del Emperador-, ¿no te parece esto injusto?
   - ¡Mira tu jardín! -le respondió el Anciano Sabio-. ¡Mira las flores y las plantas!; unas viven mucho, otras solamente una estación. ¿Por qué no me preguntas sobre los árboles? ¿Qué sucede con los animales? ¿Por qué el tigre no tiene la gentileza del perro? ¿No encuentras todo esto injusto?
   - Pero eso que nombras, no son personas dotadas de razón -replicó el Emperador.
   - La Vida que transcurre por la caña de bambú -continuó el Anciano Sabio- es la misma que transcurre por el roble..., la que tiene el barrendero de tu palacio es la misma que te anima a ti. Y esa Vida es la que conoces como TAO, como Energía.
   El Emperador se rascó la cabeza más confundido que antes.
   - Comprende -dijo el Anciano Sabio- que cada ser y cada hombre es como una semilla, un grano de Luz, de Energía Divina, que tiene una vibración, una nota, un sonido propio que le da la característica de lo que es. Tú, como tu barrendero, eres una energía luminosa que ocupas un cuerpo, una forma física, vives en él y lo utilizas. La energía que hay en ti, tu verdadero YO, sabe como utilizar su forma personal si la dejas expresarse, y lo hace mediante las experiencias que el hombre vive en cada una de las etapas de su vida. Con cada experiencia vivida, esa Energía adquiere más conocimiento y se hace más sabia y luminosa. Este incremento de Luz, te permitirá observar y comprender algo diferente en las próximas experiencias.
   El Emperador seguía confuso y miró fijamente al Anciano Sabio quien, sin permitirle pronunciar palabra, continuó hablándole.
   - Comprende que tu comprensión depende del nivel de energía que te da vida. A medida que aumenta la vibración y la Luz Interna se incrementa, tu cuerpo, tu corazón y tu cerebro funcionan mejor y puedes aprender más. Por ello es necesario que la enseñanza sea progresiva.
   - Entonces -susurró el Emperador tratando de elegir cuidadosamente cada una de sus palabras-, ¿cada ser humano sólo comprende aquello que le permite comprender su propia Luz Interna, su propia Sabiduría Interna? ¿Se debe a eso la diferencia que percibo en los seres?
   - Cada ser -respondió el Anciano Sabio con infinita paciencia- está guiado desde su interior por aquello que allí es y que depende de su nivel de conciencia. Tu no puedes pretender que sea diferente. Una parte de la Sabiduría, y ésta es una de las lecciones más difíciles de aprender para los seres humanos, consiste en no querer transformar a las personas en lo que no son, sino en aceptar lo que son, en comprender su experiencia de vida. Cada ser humano, no importa cual sea su situación en la vida, esto depende de lo que tenga que aprender, utiliza su propia realidad personal con el conocimiento y la sabiduría que posee dentro de los límites de su propia expresión.
   El Anciano Sabio hubiera deseado que el Emperador hubiera podido Ver y comprender más. Pero él sabía que la visión interior y la comprensión se despiertan lentamente. Se requieren muchas vidas para que esa cualidad de conocimiento y sabiduría inherente a la propia energía, la Luz del propio Ser, se incremente y se exprese en su verdadera naturaleza. El Corazón del Anciano Sabio estaba lleno de compasión por su discípulo el Emperador, pero sabía, su Luz Interna sabía, que no podría hacer nada para que el Emperador viera y comprendiera más profundamente, salvo orientarlo con sabias palabras.
   - Se trata -dijo con amor-, de que observes lo que te rodea y lo conviertas en una parte de tu ser. Así podrás vivir en el mundo sin miedo, sin frustración, sin cólera, sin juzgar, porque habrás aprendido a observar.
   - ¿Observar, qué? -preguntó el Emperador.
   - La Luz, la Sabiduría y el Conocimiento de cada cosa creada que se expresa a través de una forma. Esa capacidad de ser testigo, sin identificarte con cada situación, te da un poder inconmensurable. Pero recuerda que para que esa Luz pueda seguir incrementándose, pueda seguir aumentando su conocimiento y sabiduría, debes experimentar lo que vives. Si sientes pena o lástima por los demás, te identificas con ellos, te haces una parte de lo que ellos son y entonces no dejas que tu energía se desarrolle al máximo. Aprende a utilizar tu poder, pero para utilizarlo al máximo no debes dejar que la energía de los demás controle la tuya. Puedes percibir a los demás, aprender de ellos, pero mantén una actitud de observación. Esto no quiere decir que no deba existir en tu corazón Amor y Compasión por todos los seres, ni que deje de fluir hacia ellos. Aprende que las inspiraciones, las visiones interiores, las intuiciones que puedas tener, son tu riqueza, tus joyas, aquello que se convierte en tu fuerza, en tu realización, en tu plenitud. Pero no hagas tú lo que deben hacer ellos, ni les pidas que ellos hagan lo que debes hacer tú.
   Y de la misma manera que apareció, el Anciano Sabio desapareció de la presencia del Emperador. Y cuenta la historia, que el Emperador aprendió a resolver los problemas que la vida le enfrentaba con su saber, que era la cualidad de su propia Luz. También descubrió que al hacerlo, su Luz Interna, la Esencia de su Ser, se iluminaba más y más. Y es que todo lo que necesitaba estaba oculto dentro de su propia Esencia.
   ¿Se dan cuenta ahora donde reside la complejidad para explicar en forma sencilla cual es la naturaleza de lo esotérico? O, dicho de otra manera, ¿comprenden por qué no se puede explicar ese conocimiento que es cualidad de nuestro Ser Interno? Porque esa Chispa de Luz que late en nuestro interior y que tiene un Conocimiento y Sabiduría propia, es lo esotérico. Y ese Conocimiento sólo es accesible a los iniciados, es decir, a aquellos que han aprendido a expresarlo.
   Como le dijo el Anciano Sabio al Emperador, la primera tarea del estudiante esotérico es observar. La observación le hace comprender la naturaleza de las energías que se expresan en la manifestación de las formas físicas y que tratan de condicionarle. Observar también las expresión de las energías propias y ver como es su actuación en relación con las otras energías. Y, en la medida que observa, tratar de desprender su conciencia de las realidades llamadas físicas, tratar de desarrollar al máximo la sensibilidad necesaria para responder en forma consciente a la cualidad de la Vida que predomina en cada ser; hasta que con el tiempo, pueda llegar a conectar con la Cualidad de la Vida Una.
   El Esoterismo es una Ciencia: la Ciencia del Alma de todas las cosas. A través de este Alma el estudiante pretende conocer cual es la Naturaleza y la Cualidad de la Esencia de Dios. Como toda Ciencia, tiene su terminología, sus experimentos, sus deducciones, sus fórmulas y axiomas, sus expresiones simbólicas y sus leyes. Son los elementos referenciales de su Conocer. Por Alma hay que entender esa energía animadora cuya cualidad interna es el Conocimiento y la Sabiduría Divina.
   El estudiante esotérico debe comenzar descubriendo la naturaleza de sus propias energías cualificadas que se expresan por su realidad física, vital, emocional y mental; debe aprender a manifestar la energía de su personalidad integrada; más tarde, con ayuda de técnicas de concentración y meditación, el estudiante esotérico, comienza a desarrollar el mecanismo interno a través del cual puede establecer contacto con aspectos más universales. Así, cuando esa Semilla de Energía Divina, que ha ido creciendo vida tras vida, acceda a la Fuente de donde emana toda Vida, Sabrá, Conocerá, lo que ella Es. Y lo Será porque la habrá adquirido en sus experiencias, y esa adquisición la tendrá como cualidad interna, que será el Saber y el Conocimiento de su Realidad Una.
    Así que dejen de llamar esotérico a todo aquello que no lo es.







  

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