martes, 2 de julio de 2013

El Grial (1ª parte)



Galahad, Perceval y Bors encuentran el Santo Grial; pintura de Edward Burns.

El Grial
Una visión histórica

[Guión detallado de una conferencia que impartí en una libreria de la laguna (Tenerife), hacia 1991 (no recuerdo el nombre de la librería ni la fecha).]

Parte I
Hablar del Grial es entrar en el terreno del mito y la leyenda y, para ello, necesitamos de alguna comprensión que nos ayude a acceder a un significado que lleve a nuestra conciencia hasta esa frontera crepuscular en la que las dimensiones del mundo mítico y del mundo que llamamos real se mezclan.

(...)

Nuestro primer paso demanda atención. Un sustantivo que procede de un verbo cuya acción es "Tender". Se tiende una línea de teléfonos entre dos postes; se tiende una carretera que una dos puntos…, y algo pasa por eso que se ha tendido. En este caso, la atención nos demanda un estado de conciencia que permita que algo de lo que significa este tema llegue hasta nosotros, a fin de que pueda aportarnos comprensión. Si no tendemos ese puente llamado atención, nada de lo que se diga sobre el Grial les llegará, todo lo más escucharán palabras vacías y huecas de significado.
Por otro lado, hemos de desprendernos de un par de prejuicios: El primero es el literario, se refiere a la actitud de quien, en el mito o en la leyenda, se niega a ver otra cosa que no sea el producto de la fantasía y la ficción, ignorando lo que en ella puede haber de simbólico, psicológico y espiritual. El segundo prejuicio es el etnológico: es el de los investigadores que no saben ver en los textos míticos y en las leyendas más que fragmentos del folklore de antiguas creencias primitivas.
¿Cuántos de los que hablan del Grial han leído algún título de la docena de novelas originales sobre el Grial? Y seguramente son menos aún, los que estén familiarizados con los modelos celtas y apócrifos testamentarios sobre los que se articuló la leyenda, lo que no es óbice para que la Leyenda del Grial, más que cualquier otro mito, haya cautivado la imaginación de Occidente con su magia y con la riqueza de su simbolismo.
No hay una sola prueba histórica que permita suponer que hubo un Grial susceptible de encontrarse. Y, sin embargo... En tiempos de Chretien de Troyes, la novela era un fenómeno absolutamente nuevo en Occidente. Consistió en el hecho de poner por escrito la tradición oral de los pueblos cuyos hechos eran cantados por los bardos. Los nuevos narradores, los juglares, fueron los últimos de una vieja tradición, uno de ellos, Chretien de Troyes, fue el que escribió el “Cuento del Grial”.
Cuando un pueblo deja de soñar, enferma y muere, ya no puede responder a lo que la naturaleza le demanda. Cien años al otro lado del Milenio y Europa era un ser enfermo. La Iglesia de Roma, donde prevalecía lo masculino, había asimilado y reciclado todos los mitos, sueños y leyendas locales; aunque su rígida ortodoxia y su anómalo odio a Eva degeneraron en una visión unilateral del mundo, del hombre y de Dios. La mitad del Universo había sido desterrada. El mundo creado por la civilización cristiana se había convertido en un páramo. Podemos preguntarnos: ¿por qué aparece la Leyenda del Grial en ese momento? ¿Fue casualidad?
Las Leyendas del Grial con las que los lectores medievales del S. XII estaban más familiarizados eran las de matiz cristiano. Los primeros relatos que presentan a Perceval como conquistador del Grial, embarcan al héroe en una empresa lo suficientemente importante para comunicarse con el propio Cristo a través del Grial. Además, debe curar al Rey del Grial, herido de una misteriosa herida en la entrepierna, o en el muslo, y restaurar unas tierras que se han convertido en un páramo.
Cuando Chretien de Troyes escribe su última novela, el Cuento del Grial, no introduce en ella ninguna alusión a Cristo. Su novela queda inacabada, aunque nunca sabremos por qué. Pero si sabemos que su historia dio pie a un torrente de continuaciones e imitaciones que aparecieron en los 25 años siguientes, entre el paso de los siglos XII al XIII y, sobre ellas, se montó la Leyenda y nació el Mito del Grial.
Dividiremos esta charla en una serie de apartados. Cada uno toca, aparentemente un tema diferentes, pero todos se interrelación y tienen algo en común: el Grial.


LAS HISTORIAS FUNDAMENTALES:

  • Chretien de Troyes: El “Cuento del Grial”. Antes de ésta novela, Chretien había escrito una de sus más famosas obras, un largo poema titulado “El caballero del carro", que presenta a Lanzarote como una de las figuras principales del ciclo artúrico, convirtiéndolo en amante de la reina Ginebra, la esposa de Arturo.
  • La inacabada novela de Chretien tiene cuatro continuaciones, cada una con diversas variantes, siendo la más conocida la de Manessier, que la escribió para la condesa Juana de Flandes, sobrina-nieta de Felipe, Conde de Flandes, para la que Chretien había escrito el “Cuento del Grial".
  • "Peredur". Una Historia galesa sobre el Grial.
  • De las novelas fundamentales de la rama cristiana del Grial se opina que la primera tuvo una enorme influencia sobre las siguientes. Fue "Le Roman du Grial" de Robert de Borón, una trilogía que comprende "José de Arimatea", "Merlín" y lo que se conoce como "Perceval-Didot". En esta obra se describe la historia del Grial y su llegada a Gran Bretaña. Relata la aparición de Arturo y la Tabla Redonda, la búsqueda del Grial y el ocaso definitivo de la Edad de Oro artúrica. El autor es un poeta borgoñón al servicio del Señor de Montfalcón, que murió en 1212 durante la Cuarta Cruzada. Ce cree que la obra se escribió entre 1191 y 1202. Robert de Borón aseguraba que su texto le había sido entregado por un ángel.
  • La segunda novela de la rama cristiana se incluye en la colección del Ciclo Lanzarote-Grial, también llamado "Vulgata", porque popularmente fue conocida como “(Demanda) del Santo Grial” por los estudiosos británicos. El ciclo lo forman: "Historia del Santo Grial", "Historia de Merlín", "Historia de Lancelot", "Queste" y la "Muerte de Arturo". Casi todos los estudiosos coinciden que la Vulgata es obra de múltiples autores bajo la dirección de un arquitecto principal, seguramente monjes cistercienses.
  • La tercera obra, "Perlesvaus"; obra anónima, escrita hacia 1225 en francés antiguo, está relacionada con la abadía de Glastonbury. La obra es una mezcla delirante de religión, magia y violencia. Subtitulada por su autor "El alto libro del Grial" trata de remodelar las obras del ciclo de la Vulgata, centrándose en el Grial más que en Lanzarote y la Reina. Habla de Logres antes y después del Golpe Doloroso y concluye con la llegada del buen caballero, las aventuras de la búsqueda y la muerte de Arturo. La obra comienza diciendo:  “Aquí comienzan los milagros. Este es el libro de tu Caída. Aquí comienza el Libro del Santo Grial, aquí comienzan los terrores”.
  • Fuera de las obras de éste ciclo llamado cristiano está la obra de Wolfram von Eschenbach: "Parzival" o Parsifal, de 1207. Obra llena de alusiones alquímicas y mágicas. También presenta una visión muy original sobre el tema.
  • "Morte de d´Arthur" de Sir Thomas Malory, editado en 1485. Con él termina la historia literaria del Grial.
    Antes de entremos a analizar el tema, si queremos comprenderlo, es necesario que analicemos otro hecho que surge en la Europa del S. XII, simultáneamente, con el Grial: La Orden del Temple. Tres son los hombres claves: Hugo de Payns, Hugo de Champaña y Bernardo de Clairvaux (San Bernardo). Más o menos resumida, esta es su historia.
En 1.118, 9 caballeros dirigidos por Hugo de Payns se presentan en Jerusalén al rey Balduino II, que acababa de ser coronado, manifestando su deseo de asegurar la custodia de la ruta de peregrinos desde el puerto de Jaffa a Jerusalén. Balduino, Rey de Jerusalén, acepta y les cede su palacio situado en el emplazamiento del antiguo Templo de Salomón, por ello se les llamará los "Caballeros del Templo" o Templarios. Entre estos 9 caballeros estaba André de Montbard, tío de San Bernardo. En 1.125, un décimo caballero se les une: Hugo de Champaña.
Veamos quienes son estos tres caballeros:
  • Hugo de Payns: Fundador y primer Gran Maestre del Temple. Nació en Payns hacia el 1080. Era uno de los oficiales importantes de la Casa de Champaña. Los historiadores dicen que participó en la 1ª Cruzada, con el conde de Bois y de Champaña. Debió conocer personalmente a Godofredo de Buillon, a sus dos hermanos, Balduino y Eustaquio de Boulogne, y a su primo Balduino de Bourg, conde de Edesa, luego Balduino II, Rey de Jerusalén. Volvió a oriente en 1.104-1.105 acompañando a Hugo de Champaña. Tuvo un hijo que se convirtió en el abad de la abadía cisterciense de Sainte-Colombe-de-Sens. En 1.118, acompañado de nueve caballeros se presenta en Jerusalén ante Balduino.
  • HUGO DE CHAMPAÑA: nacido en 1.077, hijo de Teobaldo III de Blois y de Champaña y de Alejandra de Valois. La Champaña le fue dada como feudo en 1.093. No participó en la 1ª Cruzada, pero se sabe que estuvo en Tierra Santa entre 1.104 y 1.105. Volvió nuevamente en 1.108. A su regreso se puso en contacto con Esteban Harding, abad de Citeaux. Después de esta visita, el abad dispuso que su monasterio estudiase minuciosamente los textos sagrados hebráicos, cosa que asombro a otro abad, Vacandard, en su libro sobre San Bernardo. Hasta llevó al monasterio a los sabios rabinos de la Alta Borgoña. En 1.114, Hugo de Champaña vuelve a Tierra Santa, regresa en 1.115 y vuelve a entrevistarse con el abad Esteban Harding, esta vez para ofrecerle a la Orden del Cister, en el bosque de Bar-sur-Aube, un territorio llamado Valle de la Asenta, para crear allí una abadía. Para dirigir su fundación, Harding designa a un joven monje: Berbardo de Fontaine quien, acompañado de 12 monjes cuidadosamente seleccionados, crea la Abadía de Clairvaux. Todo esto en las tierras de Champaña y bajo la protección del Conde Hugo de Champaña. En 1.125, Hugo de Champaña abandona a su mujer y a su hijo, renuncia a su condado y va a reunirse con los 9 caballeros en su residencia del Templo de Salomón. ¿Para guardar los caminos a las órdenes de uno de sus oficiales, Hugo de Pains?
  • Brenardo de Clairvaus
  • Bernardo de Clairvaux: Es el más extraordinario personaje que haya conocido Occidente. Había nacido en 1.090 cerca de Dijon, en el castillo de Fontaine. Su padre era Tescelino y su madre Alicia de Montbard, de la familia de los Duques de Borgoña. Fue instruido en la iglesia de Saint-Vorles, en Chatillon-sur-Seine. De esta época se cuenta esta historia: “en dicha iglesia existía una imagen de la Madre de Dios, hecha de una madera a la que el tiempo había ennegrecido más que el sol. La cara es alargada, los ojos grandes, las mejillas ni demasiado hinchadas ni muy caídas. El color es moreno por el arte y por la edad. Está sentada y tiene al niño Jesús en su regazo...” Dice la leyenda que, encontrándose Bernardo rezando ante ella, éste le pidió: "Monstra te esse matrem... (Muéstrame que eres mi madre...)” María apretó su seno y tres gotas de leche saltaron a los labios de Bernardo. ¿Una alegoría de la Alquimia? Alimentado por la Virgen Negra, ¿bebió Bernardo de las fuentes druidas? Él decía que sus maestros eran los robles y las hayas.
Después se presenta en Citeaux para hacerse monje. Tiene 20 años y le acompañan 30 jóvenes, entre ellos 5 de sus hermanos y su tío por parte de madre, André de Montbard, que tenía su misma edad, el cual será uno de los nueve primeros caballeros y luego Senescal del Temple.

Bernardo entra en Citeaux bajo la protección de Esteban Harding, y en el 1.115 parte para fundar Clairveaux, desde donde toma la dirección de Occidente. No es una metáfora: reprende duramente a los reyes, papas, obispos y grandes vasallos. Todos obedecen a este monje, incluso los abades del Cister, desde Chuny hasta Saint-Denis. "Los asuntos de Dios son míos -dice- y nada de lo que a Él se refiere me es ajeno", Nadie le pone en duda. Centinela del culto mariano, acuña el término "Nuestra Señora". Nuestra Señora, para él, no es la mujer de José, sino la Esposa del Verbo, y cuando combate a la Inmaculada Conspción lo hace sin ambugüedades: "No es conveniente que la Esposa del Verbo sea estúpida". Dice. En 1.118, el destino hace que venga a morir en sus brazos Meal O´ Morgail, arzobismo  de Armagh, en Irlanda, luego santificado como San Malaquías. Éste fue el hombre que fundó y proyectó la Orden del Temple, quién le confió su misión y le enseñó.
Entre los 9 Caballeros dos son muy allegados a Bernardo: Hugo de Payns, el jefe de la misión -"mi bien amado Hugo", le llamaba-, y su tío André de Montbard. ¿Envió Bernardo de Clairvaux a esos nueve caballeros a guardar los caminos? ¿Fue para guardar los caminos que Hugo de Champaña abandona esposa e hijos y marcha a Jerusalén a las órdenes de un subordinado suyo? Desde 1.118 a 1.128 no participan en ningún combate, se dedican a desescombrar las cuadras del Templo de Salomón. ¿Qué buscaban? ¿El Arca de la Alianza? ¿Las Tablas de la Ley? Habían sido llevadas a Roma por Tiberio.
He hecho el mundo con medida, con número y con peso” dice Yahwé en el Génesis. Esto significa que existe una ley física general que rige el conjunto del universo. De esta Ley, la Ciencia sólo es una migaja.
 
Balduino II de Jerusalén cede el Templo de Salomón a Hugo de Payens y Godofredo de Saint-Omer.
En 1.128, cinco caballeros regresan a Champaña; tres de ellos, con Hugo de Champaña, se quedan en Tierra Santa; uno de ellos se encarga de informar de algo a Balduino, Rey de Jerusalén. Su misión había sido una misión secreta de la que nada se sabe. ¿Tuvieron éxito? ¿Cómo si no explicar su ascensión fulgurante? Bernardo hace convocar rápidamente un Concilio en Troyes (1.128), cerca de Payns, cerca de Clairvaux, en las tierras del Conde de Champaña. En ese Concilio se funda la Orden del Temple. El hermano Amaury dice: “Tu Orden, que ha sido fundada en Concilio General y en honor de la Gloriosa Virgen María, Tu Madre, por el Bienaventurado Bernardo...” 
Al Concilio asisten varios prelados, entre ellos el legado del Papa; están los obispos de Orleans, Troyes, Reims y Laon. Allí está también Bernardo, abad de Clairvaux; Reinaldo de Semur, abad de Vezelay; Esteban Harding, abad de Citeaux, y 50 abades más, todos ellos cistercienses y Benedictinos. También había dos laicos: el Conde de Champaña y el conde de Nevers. Ante ellos, Hugo de Payns expone su deseo de crear una Orden de monjes-soldados, cuyo núcleo central los compondrían sus compañeros del Temple. El Concilio da su autorización y encarga a Bernardo que redacte su Regla, la cual dictó al clérigo Miguel.
San Benito entrega la Regla a sus discípulos
   UN SALTO ATRÁS EN EL TIEMPO: BENITO
   Para entender que está pasando, es necesario que demos un paso atrás en el tiempo y retrocedamos a la Italia del Siglo V.
¿Se les ha ocurrido alguna vez pensar que el destino de la Humanidad está siendo guiado por una Mente según un Plan previamente trazado en sus líneas generales? ¿Qué las cosas ocurren porque hay una Voluntad que, a través del obrar humano, parece saber lo que hace, con otra conciencia, y que va desarrollando con meticulosa pulcritud un dibujo en el tejido de un tapiz? Pues ese es el pensamiento que me invade cuando contemplo la Historia desde una mayor perspectiva. Aunque no soy el único. (Les recomiendo un libro de Ernest Scott, “El pueblo del secreto”). Voy a tratar de mostrarles una panorámica histórica, relativa a lo que nos ocupa, sobre esto lo que les digo.
Antes de que los bárbaros destruyeran Roma, los judíos habían traído a Europa una revelación que no florecería hasta más tarde en su obra cumbre: el "Zohar” o Libro del Esplendor. Las invasiones germánicas sumergieron al Imperio Romano en un caos total, hasta destruirlo. Entonces, cuando el último polvo de civilización se hubo evaporado, aparece un hombre extraordinario: Benito de Nursia. Era sabino. Nace en el año 480. Se hace ermitaño y, mientras el Mundo Romano se convierte en un páramo, él se dedica a la meditación. Su santidad se extiende y hasta él acuden discípulos. Organiza una comunidad y le da una regla llena de mesura, inteligencia y profundidad. Su comunidad practica una economía cerrada. La mayor parte de la jornada se encuentra orientada al trabajo (7 horas), al estudio (4 horas) y a la oración (4 horas).
Para algunos, esta Regla era del propio Benito; para otros era una regla más antigua: la Regla del Maestro. ¿El Maestro de Justicia esenio? Benito -¿era consciente de ello?-, va a poner las bases de una nueva civilización: la civilización cristiana. Sus monjes inician la búsqueda y recolección sistemática de los manuscritos clásicos y de todo el saber antiguo. No es sólo salvar manuscritos. Hay un profundo interés por el saber antiguo.
Abadía de Montecasino
   Cuando el monasterio madre -Montecasino- va a ser destruido por primera vez por los bárbaros, lo que salvaran los monjes, antes que nada, aún antes que las reliquias sagradas, serán los preciosos manuscritos. Lo mismo ocurrirá en la segunda destrucción, en 1.341, por un terremoto o en 1.943 por las bombas norteamericanas. Gracias a estos monjes conocemos a Aristóteles, Platón, Pitágoras y los escritores helenísticos. Fueron ellos los que salvaron el conocimiento técnico de cómo, los romanos y los bizantinos, construían con piedra; fueron ellos los que, sobre bases tradicionales, reconstruyeron la música cantable, a la que el papa Gregorio, un benedictino, dio su nombre: el gregoriano. Gracias a la obra de San Benito y a su sucesores, la Cristiandad pudo asimilar la tradición griega y proyectarla a su doctrina.
Una civilización necesita operarios; sin obreros, está muerta antes de haber nacido. Fueron los hijos de Benito los que perpetuaron la tradición obrera y artesanal, gracias a una Regla que establecía el trabajo como forma de vida espiritual. A través de una paciente búsqueda de tradiciones pasadas, de una sabiduría matemática que ellos conservaron y aplicaron, se hizo posible que siglos después, los monjes de San Bernardo, levantaran catedrales y poseyeran los conocimientos que los gremios benedictinos habían preservado.
La sabiduría por si misma es inútil, para que fuera útil había que secularizara. Ya desde Carlomagno, los maestros de obras y los albañiles, los trabajadores de la piedra, había aprendido en las abadías benedictinas. ¿Sabía Benito de Nursia, cuando construía Montecasino, que seiscientos años más tarde de lo que él comenzaba, se levantaría Chartres?
Benito muere en el 547, siete años después de que naciera San Colomban. Benito ha salvado el saber clásico para la cristiandad. San Colomban, a esta misma cristiandad, le entregará el saber de los celtas. San Colomban era un cristiano de Irlanda. Irlanda no conoció a Roma ni a los Bárbaros, pero aceptó el cristianismo. En sus últimas horas Benito dice: “Veo a la Trinidad y a Pedro y a Pablo y a druidas y a santos...” Todo el pueblo celta, tras los druidas, se precipitó hacia el cristianismo, para luego revelarse cuando, en manos de los reyes germánicos y de sus obispos, se convirtió en un instrumento de servidumbre. Irlanda, que había escapado a la conquista romana y luego a la árabe, permaneció cristiana, aunque sin perder sus raíces druidas. El cristianismo irlandés fue llevado a la Galia por San Colomban con el apoyo de una papa benedictino, San Gregorio el Grande. En el año 600, San Colomban fue a Italia a fundar el monasterio de Iona en el Trevire. También, en el mismo año, funda en las Galias: Anegay, Luxeuil y Fontaine. Viaja por Europa, va a Roma a visitar a Gregorio el Grande, visita Montecasino, a Frisia y Alemania... Es el portador de la Palabra.
   La Orden de San Benito había nacido en Italia; la de San Colomban en Irlanda. Ambas órdenes y el saber que encerraban se unieron en las Galias, donde el horizonte se encuentra despejado pues todo ha sido ya destruido, ninguna tradición superviviente posee la suficiente fuerza para afirmarse. Tampoco hay una unidad de poder. El territorio está libre para jugar al escondite entre los reinos, los ducados y los condados. Y la Orden Benedictina va a jugar al escondite en la Galia durante 500 años.
   En el 590, un benedictino, se convierte en Papa, Gregorio I el Grande, San Gregorio, y establece el ritual gregoriano. Y Gregorio va a utilizar el instrumentos que ha forjado San Benito y el que, por otro lado, ha aportado San Colomban. El canto gregoriano recoge el conocimiento de la tradición pitagórica, celta y judía. La piedra aún no vibra, pero el gregoriano era un buen sustituto. Los conventos benedictinos han tomado el lugar de los druidas como guardianes del ritual, y se convirtieron en consejeros e instructores de los pueblos. Una labor realizada por cientos de años con voluntad constante y capacidad digna de admiración; aunque los monjes tuvieron que defenderse de los obispos que intentaban dirigirles y tenerlos bajo control. También tuvieron que defenderse de los reyes y señores feudales que querían nombrar a los abades para controlar los monasterios.
El proceso de desarrollo de una abadía siempre era el mismo: cultivar terrenos, construir y enseñar. Cada "casa" se convierte en una pléyade de agricultores, albañiles, carpinteros, artesanos diversos, clérigos, eruditos y maestros instructores. Pero siempre, siempre, fuera del alcance del Poder Real.
A partir del Concilio de Letrán, y por indicación del papa Gregorio I, esta “Mente” maestra, fue a instalarse en Fleury-sur-Loire, un punto de intercesión entre Francia, Borgoña y Aquitania. Una Marca. Cuando la abadía de Fleury se incendia, de nuevo, lo primero que salvaron los monjes fueron los manuscritos. Reconstruida, pasó a llamarse Saint-Benoit-sur-Loire.
Cuando los reyes francos pasaron el Loira constriñendo los límites de Aquitania, el Saber emigró a Borgoña porque sus soberanos eran más liberales y la "Mente" pasa a Sainte-Seine y, desde allí, huyendo de la empresa carolingia, el abad Witiza se traslada a Cataluña. Más tarde se asienta cerca de Montpellier, en Aniane, donde tomó el nombre de Benito: será San Benito de Aniane. Y es aquí donde las órdenes de San Benito y san Colomban se funden definitivamente por una Regla común cuya aplicación, inteligentemente, se deja a la libre aplicación a los abades, según las regiones.
Poco después, la "Mente" vuelve a subir a Glanfeuil y, luego, huyendo de los polares normandos, a Saint-Savinsur-Gartempe; más tarde, en el 880 a Saint-Martin-d´Autun. Desde aquí, otro benedictino, Bernon, que transporta con él más de 900 manuscritos, la llevó a Gigny, en el Jura, desde donde pronto debía volver con 12 monjes a un terreno cedido en Cluny por Carlos III de Borgoña. Cluny permanecerá siendo la mente erudita de la orden hasta las cruzadas.
Es a través de las tradiciones celtas y del saber antiguo de la construcción, salvado por San Benito y su orden, como el dolmen se hará catedral y las Vírgenes Negras, se transformaran en Nuestra Señora. El Saber se prepara para construir una nueva civilización.
Bernon, con sus 12 monjes, levanta en el 910 Cluny en medio de un bosque. Un nuevo Montecasino. Será la nueva cátedra de doctrina y cultura para Occidente.


Fíjense como se protege el Plan concebido por la “Mente”:
  • En el año 932, una bula papal, establece que Cluny queda sometida a la Santa Sede, lo que impide hasta la propia injerencia del Soberano Pontífice en los asuntos de Cluny.
  • En el 998, siendo abad de Cluny, Odilon, el papa Gregorio V establece un decreto por el que "ningún obispo, ningún sacerdote, ose ir a ese venerable monasterio para una ordenación, la consagración de una iglesia, de sacerdotes y diáconos, o la celebración de misas, si no ha sido invitado por el abad del monasterio".
  • En 1.027, Juan XIX prohíbe absolutamente que se pueda anatematizar o excomulgar al abad de Cluny.
  • Todos estos privilegios son concedidos por papas benedictinos, con la aprobación de los duques de Borgoña, a pesar de la resistencia de algunos obispos (lo mismo sucederá con la Orden del Temple).
  • Durante más de cien años, Cluny va a dirigir toda la construcción religiosa de Occidente.
  • En 1.088 el abad Hugo I, San Hugo, va a emprender la reconstrucción de la Iglesia Metropolitana de la orden según una planificación inmensa, cuya reconstrucción durará 30 años.
Hasta éste momento, la orden benedictina ha concebido, creado y construido el templo románico únicamente para monjes. A él acuden exclusivamente los iniciados, no el público. Y para crear una civilización eso no es suficiente. Hace falta un monumento que actúe directamente sobre el público. Incluso fuera del ritual. En este aspecto, el románico monacal no puede ir más lejos. Para conseguir que actúe hay que conocer ciertas leyes ocultas. Es necesario el conocimiento del empleo de la piedra que poseyeron los constructores de ciertos dólmenes y de los templos egipcios y del Templo de Salomón. Hace falta la Ley. La Ley se guardaba en el Arca, y el Arca estaba en Jerusalén...
Los obreros ya estaban preparados. Pedro de Molesmes, benedictino, funda Citeaux. En 1096 Odón de Legery, antiguo prior de Cluny, convertido en el papa Urbano II emprende la Cruzada.
La primera idea de cruzada parece que fue de Silvestre II, el papa del año Mil, y Silvestre había sido un monje benedictino. De joven había sido pastor, pero cuando ingresó de novicio manifestó unas extraordinarias dotes como matemático y físico. Cuenta la historia que un día en que un príncipe de Aragón hizo escala en el convento de Aurillac -Saint-Géraud-d´Aurillac-, el prior le pregunto si en su país habría profesores capaces de enseñar al joven Gilberto algo más de lo que ya había aprendido en el convento. Ante la respuesta afirmativa, el novicio marchó a España. Lo que él quería aprender sólo se enseñaba en las escuelas árabes y judías de Córdoba y Toledo. Se convirtió en un excelente astrónomo e inventó un astrolabio y unas esferas engranadas para explicar el movimiento de los astros.
    ¿Por qué un hombre así querría guerrear contra los musulmanes en Jerusalén? En España estaban más cerca. ¿Tal vez porque lo que interesaba era Tierra Santa, sobre todo Jerusalén? Como hombre de ciencia y de amplia inteligencia, por sus contactos con los sabios árabes y judíos, tuvo que haber comprendido lo que significaban las Tablas de la Ley.
   Sea como fuere, Jerusalén era ya en el año Mil un objetivo benedictino, un objetivo que no fue designado explícitamente hasta que todo estuvo dispuesto. Y a esta preparación se consagrará Cluny. La Orden de San Benito se había ocupado y preocupado por separar sus centros nerviosos de las empresas de los reyes francos, confiando más en los Duques de Aquitania, en los de Cataluña y en los Borgoñones que eran los herederos de Clovis.
   Pero hacia los tiempos de la fundación de Cluny va a pasar algo que cambiará los acontecimientos.
  • Desde hacia 100 años los Normandos arrasaban las regiones del Oeste de la Galia.
  • En el 913, Carlos III, rey de Francia, liberó una parte de la Neustria de un cierto Ganger Rolf Rollon, noruego, un gigante tan enorme que iba de pie ante la imposibilidad de encontrar un caballo para él. Rollon no era un germano procedente de las llanuras de más allá de Ucrania, estos no había subido hasta Noruega. Rollon y sus seguidores eran celtas, como los antiguos escandinavos. Eran cristianos, y aunque destruyeron las abadías, reconstruyeron otras, entre ellas Le Bec-Hellouin, que enseñó a toda la juventud normanda, como a los hijos de Tancredo de Hauteville, señor de Contentin.
  • En 1.042, Guillermo de Hauteville, hijo de Tancredo, ocupa la Apulia.
  • En 1.059, Robert Guiscard de Hauteville es duque de Apulia y Calabria.
  • En 1060, conquista Calabria.
  • En 1.082, expulsa definitivamente al Imperio Bizantino de los territorios que ocupaba en Italia tras la victoria de Durazzo sobre Alejo Commeno.
  • En 1.060, conquista Mesina.
  • En 1.085 va a Siracusa.
  • En 1090 a Malta. Y el papa Gregorio VII, el reformador del calendario, el que había sido el monje benedictino Hildebrando, favorece todo lo que puede la dominación normanda en la Baja Italia.
  • En 1.096, el papa benedictino Urbano I lanza la Primera Cruzada.
  • ¿Cómo no observar que se ha estado limpiando la ruta hacia Jerusalén y que esta ocupación de las "bases" de partida por los normandos es favorecida?
  • Al mismo tiempo, el monje benedictino Lanfrac, profesor en Le-Bec-Hellouin, monta todas las piezas para la conquista de Inglaterra por estos mismos Normandos, en 1.066, tratando de asegurar la retaguardia de Occidente contra los sajones, de los que se desconfía tanto como de los francos, después de la carnicería de monjes de Kerleón.
  • Y será un normando el que haga el primer "reconocimiento". Un aventurero, Roussel de Bailleul, llegado de Sicilia, se pone al servicio de los bizantinos con sus tropas y conquista la Lycaonia y la Galacia en el año 1073. Bizancio, que le tiene miedo, llama en su ayuda a los musulmanes Selyucidas y será aplastado en el monte Spfon. A causa de este hecho, los cruzados desconfiarían siempre de los emperadores bizantinos
  • En esta misma época los monjes benedictinos trataban de trabajar la Armenia cristiana, consiguiendo establecerse en ella.
¡Cuantas coincidencias!
Balián de Ibelín en el momento de la rendición de Jerusalén a el sultán Saladino.
    Jerusalén cae en los días 14 y 15 de Julio de 1.099. El clero latino que no había protestado cuando Balduino de Borgoña se anexiona el condado de Edesa, o cuando Bohemundo de Tarento ocupa el principado de Antioquía, proclama Jerusalén "Tierra de la Iglesia". Pero los Barones se oponen y proclaman rey de Jerusalén a Godofredo de Buillón, duque de la Lotaringia, que rehúsa llevar la corona, y toma el título de Procurador del Santo Sepulcro instalándose en el emplazamiento del Templo de Salomón. Su sobrino, Balduino II, rey de Jerusalén, cederá este lugar a los templarios en 1.118.
Mientras esto sucedía, el abad de Citeaux, Esteban Harding preparaba a su orden para la interpretación de un documento sagrado que "habría de llegar".
Los reyes pueden luchar entre ellos, los historiadores pueden relatar como acontecimiento capitales a tal o cual sucesión directa o colateral. La Civilización sigue por encima de éstos reyes... y, lo que era vital para la civilización cristiana que se había concebido en Cluny como principio y que se prepara en Citeaux, será puesto en acción en Clairvaux y será aplicado por una organización de monjes y soldados.
Asegurar el pan a los hombres, las herramientas, los medios de comunicación y la seguridad, es asegurar las necesidades vitales. Lo necesario, pero no lo suficiente. La condición del hombre supone un despertar espiritual que es, más que la risa, lo característico del hombre.
Despertar el espíritu es un problema que no se resuelve con los egos de la dialéctica. Hace falta una gimnasia personal, en la que la primera etapa es una preconización de los ritos naturales, una manifestación de lo espiritual en la materia... como la oración, los cánticos, los rituales, los yogas, la danza. Pero estas cosas son técnicas, procedimientos, para monjes que exigen disciplina y dirección.
Para actuar sobre el pueblo hace falta un instrumento nuevo, y con el retorno de los nueve caballeros ese instrumento se hace realidad: ese instrumento es el Gótico, la Catedral. En ella se puso en movimiento una extraordinaria sabiduría técnica, científica y humana; sin duda es el "Libro de la Naturaleza" más completo jamás realizado. Se podría decir que allí estaba el Grial.
    Cuando Felipe el Hermoso y el papa destruyen el Temple y ponen fin a la civilización medieval, volvió la guerra, el hambre y la peste... Pero, perdido en un bosque, hay un castillo, el Castillo del Grial, donde el Rey Pescador aguarda a que un caballero del Grial le cure de su herida y restaure el páramo. Ese es el mensaje de Chretien de Troyes. Troyes, la ciudad donde nace el Temple, el punto neurálgico de los Duques de Champaña. Grial y Temple unidos en un mismo punto.

Catedral de Chartres
       LA CATEDRAL Y EL GRIAL
La tradición dice que en el Arca de la Alianza se guardaba la Ley. ¿Qué es esa Ley que se encierra en al Arca? “He hecho todo con número, con medida y con peso.”, dice el Eterno en el Génesis. La Ley divina es la del Número, de la Medida y la del Peso. Las Tablas de la Ley son las "Tablas de la ecuación del Universo". Poseer las Tablas de la Ley es poseer el conocimiento de la Gran Ley de unidad que rige los mundos. El Saber, sea el que sea, sólo presenta un interés especulativo. Para que tenga una utilidad humana hay que ponerlo en acción. Para realizar una obra hacen falta obreros. Israel olvidó este principio evidente, por lo que nunca le fue dado realizar la obra cuyos elementos se hallaban en las Tablas de la Ley. Salomón tuvo que recurrir a Hirán, rey de Tiro, para construir su templo. Hacen falta obreros, pero también hace falta la Medida. Más alta o más baja, la pirámide de Queops no es más que un bello montón de piedras si no da la nota Do. Hay que disponer la Medida válida, la Medida que unifica al mundo y al hombre.

 En el pórtico norte de la catedral de Chartres, llamado de los Iniciados, aparece Melquisidec portando una copa de la que asoma una piedra y que entrega a Abraham. Al Grial hay asociadas tres tablas de piedra, una era cuadrada, otra redonda y, la tercera, era rectangular. Todas tienen la misma superficie. La Catedral está construida sobre las bases de estas tablas. La leyenda dice: “Tres tablas portaron el Grial. Una es redonda, la otra cuadrada y la tercera rectangular; tienen el mismo perímetro y su número es 21 (o la relación 2:1).”
Un Maestro de Obras no buscaba una realización estética. No hacia arte. Construía una catedral, un instrumento, cuyo poder fuera capaz de actuar sobre los hombres, un poder de transformación, de mutación del hombre... Un instrumento de paso de un mundo a otro; un puente entre dos mundos, algo que geométricamente se expresa como la cuadratura del círculo, el paso de lo recto a lo curvo.
Hay tres entradas en el pórtico occidental de Chartres: a la derecha la “Puerta de Nacimiento”, la Preside Nuestra Señora, la Madre Divina; a la izquierda, la “Puerta de los Tiempos”, presidida por la Ascensión de Cristo en una nube que sostienen dos ángeles. En las dovelas le rodean los signos del zodiaco alternados con los trabajos de los hombres, menos los trabajos de Piscis y Géminis. En el centro, la “Puerta de la Fe Mística”, entre la la puerta del Trabajo de la Naturaleza y la puerta del Trabajo del Espíritu. En el tímpano, un admirable Cristo bendiciendo, un Pantocrátor.
Para entrar en una Iglesia Gótica el hombre no se dobla ni se humilla, se yergue, pues Dios lo ha querido de pie. Y de pie entra el hombre en el crisol de la transformación.
En el Pórtico noste de Chartres hay dos columnas con los relieves con la imagen del transporte del Arta en un carro de bueyes. con la leyenda "Archa Cederis" (Obrarás por el Arca) y la otra muestra a un hombre que la sujeta con un paño junto a un montón de cadáveres, señalando que el Arca mataba a los que la tocaban directamente.
Tres tablas (medidas) llevaron el Grial. En Chartres hay tres tablas e, igualmente, hay tres planos: el primero es el del recinto del lugar, tiene dos dimensiones y su medida es de = 0´82 m.; el segundo plano es el del vacío y la extraña arquitectura de la elevación, tiene tres dimensiones, y su medida es 0´738. Se desconoce cual es el tercer plano. Quizás no tiene medida que se exprese en términos de longitud, pero debe estar entrelazado en los otros dos y debe ser un plano de cuatro dimensiones, un plano que va más allá de la materia, un plano del movimiento, del ritmo, pues todo en la Catedral es ritmo y movimiento producido por las corrientes telúricas y cósmicas, y ha sido construida para poner al hombre en movimiento.

Arriba, Pitágoras en la Catedral de Chartres. Abajo, relación de la altura de la catedral y las nervadura de las columnas con la octava musical pitagórica. La Catedral es un instrumento musical. las energías telúricas y cósmicas hacen vibrar la piedra y esta vibración afecta a las mentes y a las conciencias de los que a ella entran.
Chartres nunca fue terminado, aunque el instrumento si lo estaba. ¡Y funcionaba!. ¡Aún funciona! Los adornos del instrumento influyen poco en su sonoridad. Una vez que el instrumento suena, los hombres son libres. La mano que conduce la evolución de los mundos deja un monumento que es un faro para los hombres. Si quieren ser ciegos, allá ellos; pero si quieren ver, siempre le ha sido dado el medio de ver en la plena libertad de sus actos. Son libres y responsables, individualmente. Y cuando ya no quede ni un justo, el instrumento de derrumbará y el Grial volverá a su sueño.

El Laberinto de Chartres
 ¿Qué es exactamente el Grial y cuales son sus funciones?
- Para Wolfram von Eschembach "era un objeto llamado Grial, la flor de todos los deseosa terrenales, la plenitud que nunca decaerá". Aparece en diversos aspectos y formas: plato, caldero, cáliz, la copa de la Última Cena, la esmeralda que se desprende de la corona de Lucifer cuando este cae al "ínfieros", la piedra filosofal, la visión beatífica...
¿Qué es la Demanda del Grial?
Es tan variada como la vasija. Se la considera una aventura cuyo objetivo es dar con el Origen Fundamental, el Caldero del Renacimiento, la Fuente de la Eterna Juventud, El Cuerno de Oro de la diosa Fortuna, la Comunicación directa con Dios, la Ilustración, la Individualidad, la venganza y el resarcimiento de una disputa sangrienta...
La leyenda teje y desteje interminablemente los luminosos colores de unos hilos enigmáticos, llenos de hechizos, que terminan por envolver y enloquecer al que se acerca a su búsqueda desde un lado profano. Ambos, Grial y Demanda (búsqueda), objetivo y proceso hacia ese fin, son la encarnación de los sueños humanos, y no importa las apariencias que los faltos de visión quieran darle. Como el Árbol de la Sabiduría, la leyenda bebe de tres fuentes, de tres saberes: el celta, representada por los antiguos mitos de Regeneración y Renovación, presidida por la Soberanía de la Tierra que dice que el reino será fecundo cuando exista una relación vital y fructífera entre la Tierra, la Soberanía y el Rey. Si no es así, la armonía se rompe y hay que esperar a un héroe solar que la restaure. La segunda fuente son las leyendas esotéricas cristianas de redención y salvación. En ellas el héroe busca a su creador y por la nobleza de sus acciones intenta crear el Cielo en la Tierra, conciliando a ambos. La tercera rama representa las ideas alquímicas del renacimiento y transformación del individuo, donde la Naturaleza es considerada un espíritu capaz de suscitar amor y compasión.


LAS “ELUCIDACIONES”
Las "Elucidaciones", prólogo del "Cuento del Grial", comienza contando que el Reino de Logres había sido un Paraíso en la Tierra. Logres se creía el alma interna de la Gran Bretaña terrenal por eso, desde el principio, se nos da a entender que estamos en otro mundo, en una dimensión encantada. Las Doncellas de los Pozos y servidoras de la Reina atendían a los caminantes y el reino disfrutaba de paz y prosperidad, hasta que un día, el malvado rey Amangón raptó a una doncella, la llevó cautiva y robó su cuenco sagrado. Los secuaces masculinos de Amangón imitaron su ejemplo con desastrosas consecuencias y dejó de haber Doncellas de los Pozos. El Reino de Logres se convirtió en un Páramo. Los pozos y manantiales se secaron, los animales se tornaron estériles, los árboles dejaron de dar fruto, las flores se marchitaron y la gente se marchó. "Y nunca más puso encontrarse la corte del Rey Pescador, que hacia que la tierra refulgiese con los fulgores del oro y la plata... Pero todo ha desaparecido ya de la tierra de Logres."
Así pues, la tierra de Logres perdió la Voz de los Pozos. El Páramo, que fue su consecuencia, habla de la pérdida del contacto con el mundo suprasensible. Ahora, un héroe del Grial, ha de liberar las aguas, pero primero debe descubrir el punto de encuentro de ambos mundos, donde se han de restaurar los vínculos sagrados que unen la Soberanía femenina y la Monarquía masculina.
Todo está muy claro: el Rey gobierna el territorio por los derechos que le otorga su unión con la Soberana, la Diosa de la Tierra y por la defensa que hace de la libertad de esta. Así que desde el principio ya se nos informa de la Caída y de la pérdida del Paraíso. Es uno de los mitos humanos más primordiales. ¿Es sólo un reflejo de aquella catástrofe? Para las leyendas celtas, ese paraíso solo lo puede restaurar el héroe del Grial.

José de Arimatea. Villiam Blake.

JOSÉ DE ARIMATEA
Incluido en un apócrifo del Nuevo Testamento, el llamado "Evangelio de Nicodemo", redactado alrededor del S. IV, se encuentra la leyenda que cambió toda la naturaleza y el mensaje del Grial. A José de Arimatea se le menciona en los cuatro Evangelios canónicos, donde se dice que era un rico discípulo de Jesús que pidió a Pilatos el cuerpo del crucificado. Retiró el cadáver, lo envolvió en un lienzo de hilo y lo depositó en la tumba.
En los textos apócrifos se añade que Nicodemo, influyente jerarca de los judíos, testifica sobre la conducta de Jesús, lo que irrita a los hebreos de mayor edad. Estos se las arreglan para vengarse, no en el propio Nicodemo, sino en José de Arimatea, al que encarcelan inmediatamente después de que haya dado sepultura a Jesús. Pero el Domingo de Resurrección descubren que ha desaparecido. Lo encuentran posteriormente en su casa de Arimatea. José declara que durante el Sabbath se le apareció Jesucristo, le liberó de la prisión y le llevó a su casa.
Esta historia parece haber dado pie a una de las versiones de la primera continuación de el "Cuento del Grial". En ella, José tiene un vaso llamado Grial, con el que recogió la sangre de Cristo crucificado. En su casa, José ha dispuesto un pequeño altar con dos velas constantemente encendidas, ante el que reza diariamente a la sangre que contiene el Grial. Pero le espían y, al verle entregado a tal culto, le encarcelan. En este primer relato apócrifo, los muros de la prisión se elevan en el aire para dejarle libre, pero en presencia de aquel milagro le destierran con su hermana, unos cuantos seguidores y Nicodemo. José embarca hacia la Isla Blanca (Albión), que es parte de Inglaterra, y allí se establece en la pequeña comunidad. Cada vez que tienen hambre, José toca un cuerno y el Grial les sirve comida en abundancia.
José de Arimatea es el primer miembro de ese linaje de custodios del Grial, misión que luego pasará al Rey Pescador y a Perzeval.
En la novela de Robert de Borón "José de Arimatea" se le da un nuevo significado al Grial, atribuyéndole las propiedades milagrosas de la Eucaristía, El Grial se convierte así en agente del Corpus Cristi, puesto que el "Sangreal", o Sangre Real era más importante que el Santo Grial. Al transportar el vaso a Britania y crear una estirpe santa, ajena a la Iglesia de Roma, Borón eleva el tono religioso de la Leyenda.

Jesús y María Magdalena

EL MITO DE LA SANGRE
En la tradición pagana, la Naturaleza ha de repetirse a sí misma. El héroe no está obligado a crear continuamente su propia historia nadando a contracorriente en el tiempo. El hombre antiguo no conoce ningún acto que no haya sido vivido con anterioridad otra persona. Su tiempo es cíclico. Para él, la realidad es una función que consiste en imitar un arquetipo previo, divino o celeste. Los héroes tienen plena libertad para anular su historia y entrar en una zona atemporal en la que se convierten realmente en esos arquetipos.
Ese ingreso periódico en la atemporalidad era un estado ritual y mítico, en el que el tiempo estaba suprimido y donde a las sociedades arcaicas se les daba libertad para regenerarse colectivamente y empezar de nuevo todos los años. Cada vez que el héroe se reembarcaba en una nueva vida, rebasaba los límites temporales y vivía en la eternidad. Fallaba todos los años en el afán de mantener esa cima de experiencia trascendental y entonces regresaba a la existencia histórica. Luego, al transcurrir el año siguiente, el fracaso quedaba anulado y se permitía al héroe otro intento de fuga para escapar del tiempo. “El Rey ha muerto, viva el Rey.”
Sin embargo, Wolfram nos presenta algo completamente distinto. Ve a Perzival como hombre histórico, un hombre en el tiempo lineal, que afronto sólo y, a menudo, desesperado a un futuro que le es desconocido. El hombre histórico no puede retroceder hacia otro destino dentro del molde cíclico del héroe, pero debe aprender que él es el único responsable de sus actos. Ha de descubrirlo mientras avanza y sólo puede marchar por un camino que no haya recorrido antes. El tiempo y el espacio histórico son como una ruta trazada en el cielo por un pájaro. Perzival es el primer héroe existencial europeo que ha de abrir su propio camino. El problema, en esta leyenda, es que el héroe ha de actuar en una palestra cíclica y mítica. De forma que es a la vez un hombre mítico y un hombre histórico, dos regímenes profundamente contradictorios e incompatibles atrapados dentro de un mismo cuerpo.
Cuando finalmente Perzival confía en su propia naturaleza interior y se conduce de manera espontánea, le es posible salir de ese estado esquizoide y quedarse en la frontera que separa el mundo transitorio del tiempo y el mundo eterno atemporal. Pero, antes de conseguirlo, tendrá que fracasar por completo.
Por las historias del Grial fluye la sangre, ¿auténtica? Hay quien así lo ha creído y aún lo cree. En ellas, la sangre es un elemento misterioso y potente. Nos lo recordará Fausto mucho tiempo después.
Casi todas las historias del Grial se fraguaron durante la época de los reyes Merovingios, en los Siglos V y VI. Como leyendas escritas no aparecen hasta que un descendiente de los Merovingios - Godofredo de Buillón y Balduino - se hubieron instalado en el Trono de Jerusalén, aunque este linaje llevaba doscientos años sumido en la oscuridad. La hipótesis de que María Magdalena fue realmente esposa de Jesús y de que abandonó Tierra Santa después de la Crucifixión y se instaló con sus hijos en la Galia parece que dispone de base lo suficientemente sólida para tenerse en cuenta. En el sur de Francia existian las suficientes comunidades judías, donde habría encontrado refugio. La estirpe nazarena de la mujer pudo haberse ligado con el linaje real de los Francos, que a su vez, como sabemos, engendró a las dinastías merovingias. Esto explica muchas de las numerosas tradiciones que hablan de la llegada de María Magdalena a Marsella. Incluso podría explicar el oscuro significado del mítico nacimiento de Meroveo, el fundador de la estirpe francesa, que se dice tuvo dos padres, uno de los cuales fue una criatura marina identificada tradicionalmente con Jesucristo. Se consideraba que toda la sangre real Merovingia tenía que ser sagrada y estar investida de todos los poderes mágicos o milagrosos, merced a un curioso pacto entre su estirpe y la Iglesia de Roma en la época de Clodoveo. Pacto que se rompería en el 679, cuando la Iglesia instigo para la muerte de Dagoberto II. El hijo de éste logró huir al Languedoc y su linaje se consumó en Godofredo de Buillón, cuatro siglos después. Esta oculta sangre real del Languedoc podría explicar la fuente de los orígenes novelescos de la Familia del Grial. Godofredo fue a Jerusalén a reclamar su legítima herencia como descendiente de Jesús, Rey de los Judíos, y por cuyas venas circulaba la sangre mágica y real de los Merovingios.
 
Reliquias de Maria Magdalena en Vezelais (Francia)

La misma María Magdalena está relacionada con las primeras sectas cristianas calificadas de Gnósticas. Sus evangelios la llaman María Lucifer, la Portadora de la Luz, María la Prostituta y María la Virgen. Tres denominaciones que forman parte de los nombres de la Triple Diosa Mari-Anna-Ishtar, la Gran Prostituta de Babilonia, a la que se veneraba, junto con su hijo salvador, en el Templo de Jerusalén.
Magdalena significa "la de la torre-templo", y se sabe que el Templo de Jerusalén tenía tres torres que simbolizaban a la triple diosa. Un rito extraño y mortífero asociado con el culto de la Gran Prostituta era la unción de sus víctimas masculinas sacrificadas. Las sacerdotisas derramaban ungüentos preciosos sobre las víctimas, cristianizándolas para que descendieran al trasmundo de donde volverían a nacer. Jesús dice de Magdalena en el Evangelio de Mateo: "me ha ungido para mi sepultura" y la llama Vaso Bautismal, que es el que contiene el aceite sagrado de la unción.
De todos los discípulos, Magdalena era la más próxima a Jesús, algo que provocaba la envidia y los celos de Pedro. Después de la crucifixión se cree que permaneció en Éfeso con la madre de Jesús. Se cuenta que la abandonaron en el mar en una embarcación que hacia aguas, sin remos ni timón. Sin embargo llegó a tierra sana y salva, desembarcó en Ratis (Les Santes-Maries-de-la-Mer) y predicó cerca de Marsella, denominada así por uno de los nombres de la Triple Diosa, María. Acabó sus días en Provenza y la enterraron en Saint-Maximín.
Si José de Arimatea no hubiese llevado el Grial a Bretaña como sostiene la Leyenda, sino que hubiese ido a Francia, bajo la forma de María Magdalena, muchas de las piezas enigmáticas y contradictorias del rompecabezas encajarían. "La Demanda del Santo Grial" fecha los acontecimientos de la historia en el año 487, fecha que señala el inicio de la meteórica ascensión de los Merovingios, poco antes de que Clodoveo, su máxima estrella, fuera bautizado.
¿Se apropiaron los escritores de la mítica historia del legendario Arturo, para contar una historia que, en clave secreta, simbólica o alegórica describiese los azares de la desaparecida estirpe Merovingia?
El alemán Wolfran sitúa la corte de Arturo en Nantes y no en Gales. Y a lo largo de su caminar, a lo largo y ancho del continente, Parzival nunca cruza el mar. A Percival le llamaban "el Waleis" lo que puede significar tanto que era de Gales o de Valais, región suiza al lado del lago Lemán. Chretien dice que Parcival nació en Sinadon, que los estudiosos galeses se apresuraron a identificar como Snowdon, al Norte de Gales, aunque existen contundentes razones para suponer que podía tratarse de Sidonensis, la capital de Valais.
Se sabe por la leyenda que el caballero Galaz era un descediente de la casa de david e, incluso, que su nombre deriva de Gilead, o sea Jesús. El hijo de Parzival (Parsifal), Lohengrin, se casó con la duquesa de Bravante y, de acuerdo con la tradición, era abuelo secreto de Godofredo de Buillón. Pese a que cronológicamente es imposible, se sabe que en la edad Media no había una clara distinción entre los términos antepasado y abuelo. ¿Qué llevó a Godofredo de Buillón a ser el que dirigiera la Primera Cruzada y a ser el héroe más popular y de mayor prestigio de su época, algo que nadie puso superar? Su genealogía, en la casa de Lorena, comprendía las familias Plantard y se remontaba hasta Dagoberto II. 
Si se  pregunta: “¿a quién sirve el Grial?”,  la respuesta debería ser que el Grial sirve al “Espíritu”, es decir, a todos. Sin embargo, incluso en la más positiva de las versiones, sólo tres buscadores logran la definitiva beatitud y la bendición del Grial. En realidad, el auténtico objetivo de servir a todos, no se alcanzó nunca. La búsqueda del Grial sólo tuvo éxito parcialmente, lo mismo que su subyacente mensaje gótico se perdió cuando los cruzados desviaron su atención del pillaje de Tierra Santa, para dedicarse a saquear los tesoros del sur de Francia y matar a los herejes cátaros.
Aunque Godofredo pasaba por ser un héroe, la cima de lo caballeresco, el ideal cristiano, en realidad se trataba de un carnicero implacable al que impelía la avaricia y el fanatismo. El ejército que acaudillaba inmoló a la entera población de Jerusalén y sus caballeros mataron a "una gran multitud de personas de todas las edades, ancianos y mujeres, doncellas, madres con sus hijos, en un solemne sacrificio" dedicado a Jesús. Los cruzados irrumpieron orgullosamente en la ciudad "hundiéndose hasta la rodilla en la sangre de los descreídos", se apresuraron a reunir a todos los judíos de la urbe en la sinagoga y los quemaron vivos. Esto no era lo que decía la inscripción del Grial que vio Parzival: que todo templario que gobernase a un pueblo debía respetar sus creencias y derechos. Y no obstante, este Godofredo es el jefe al que entronizaron en Jerusalén mil años después de Jesús entrara en la ciudad montado en un asno. También parece que fue él quien fundo la misteriosa Orden de Sión.
Al final, como siempre, triunfaron los codiciosos y se acusó a los Templarios de toda Francia de horrendos crímenes. Fueron quemados con su Gran Maestre a la cabeza en 1.314, poniendo fin a dos siglos de extraordinario poder e influencia. Los Guardianes de la Civilización había caído.

Nadie puede poner en duda que el fracaso de la búsqueda del Grial está íntimamente vinculado con el estado físico y la salud espiritual de Europa en la época en que aparece la Leyenda. Los Guardianes habían hecho posible que se circulara libremente por todas partes, que se peregrinara sin peligro a pesar que la Iglesia y los diversos reinos combatían entre sí. La semilla de una civilización había empezado a crecer, semilla ante la que los sacerdotes de Roma reaccionaron con desmesura: una sangrienta persecución contra los que no se doblegaban ni cumplían con los dogmas al pie de la letra. Entre las gentes que hicieron florecer la semilla estaban las mentes más innovadoras de la época, pero también estaba la semilla maldita de Eva, la aborrecible pesadilla de Pedro, la Mujer, el Grial.
El fracaso del Grial en servir al Espíritu y al todo el mundo, puede considerarse como el fracaso en no reconocer, hasta que fue demasiado tarde, la amenaza que representaba Roma. El malestar se hizo más profundo y podemos describir el Páramo de Europa como una consecuencia de los Tres Golpes Dolorosos, tres grandes heridas que sangran en Europa desde entonces: La represión de lo Femenino, la creación del Páramo y la Vulneración del Yo Individual.

(Continua)

 

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